Luis García Montero: "Apoyar a los libros es apoyar a las librerías"

Alcalá de Henares

En una semana atípica y singular para el universo literario, Luis García Montero atiende a los micrófonos de SER Henares desde su casa entre reunión y reunión. Son días llenos de compromisos y actos virtuales para el director del Instituto Cervantes. Y son días, también, para bucear entre los libros que habitan la biblioteca de casa. “A mí me parece que el que no tenga ya una biblioteca no va a salir lector de este confinamiento. Es buen momento para releer esas obras que nos han marcado en la vida y nos vienen acompañando desde la juventud como La Vida es Sueño o Fortunata y Jacinta”, nos cuenta Luis García Montero.

Al igual que el resto de las instituciones implicadas en la celebración del mes de los libros, “nosotros hemos tenido que pasar nuestra programación presencial a online y había más de 900 actividades programadas en el mundo”, asegura el director del Instituto Cervantes. Además, han dado forma a la iniciativa “Los Clásicos Contigo”, en cooperación con la red hospitalaria de bibliotecas, en la ofrecen a las personas ingresadas audiolibros clásicos y novedades editoriales para hacer más llevadero el tiempo en el hospital. “También, hemos repartido carnés electrónicos para poner a disposición de los lectores la biblioteca del Instituto Cervantes que cuenta con más de 14.000 libros”, explica Luis García Montero.

“Joan Margarit es uno de los grandes poetas españoles. Tiene una obra capaz de unir un sentimiento de honestidad y de verdad con las emociones. El lector enseguida se sentirá invitado a entrar en sus palabras”. De esta manera define Luis García Montero la creación literaria de su buen amigo Joan Margarit, a quien le reconoce el éxito de haber sido capaz de conjugar una obra tan completa en castellano y catalán.

El escritor granadino también ha realizado un alegato en defensa del librero y las librerías en estos tiempos de plataformas digitales. “Apoyar a los libros es apoyar a las librerías. Una librería es un centro cultural muy vivo y hablo de esas librerías de barrio donde el librero conoce nuestros gustos y sabe indicarnos”, concluye.