Así coordina la capitán Valor las patrullas de la Policía Aérea en Getafe
Los trabajos de los militares del acuartelamiento getafense se desarrollan también en Parla, Pinto o Leganés
La capitán Valor lleva tres años destinada en el Acuartelamiento Aéreo de Getafe / Ejército del Aire
Getafe
“Cada jornada es un nuevo reto que nos permite cumplir con el deber”, esa es la reflexión que le queda al final del día a la capitán Adela Valor García, destinada en el Acuartelamiento Aéreo de Getafe. Ella es la encargada de la coordinación de las patrullas que desde este cuartel se distribuyen por la localidad, además de Parla, Pinto o Leganés para ayudar a contener la propagación de la pandemia.
Son unidades a pie de calle y, en concreto, la capitán Valor gestiona los destacamentos que realizan labores de presencia y reconocimiento de infraestructuras críticas en estos municipios del sur de Madrid. “Nuestra gente sale a pisar las calles con absoluta disponibilidad y compromiso, con lealtad y con espíritu de equipo. Allí, en esas calles, no dejan de concienciar a toda la población para poder combatir esta amenaza”, asegura.
En Getafe se está realizando un apoyo de recogida de pantallas de protección facial, fabricadas por ciudadanos, para su traslado y entrega en el almacén desde donde Protección Civil las distribuye.
Pero además de esta parcela ha querido destacar el trabajo de apoyo moral a los soldados. “Al inicio de la jornada las patrullas reciben todo nuestro apoyo. Nos interesamos por su estado anímico y de salud, siendo conscientes y recordándoles la gran labor de apoyo que están realizando a la población”, insiste.
Igualmente subraya la importancia de la seguridad. “Al finalizar se procede a la limpieza con gel de todo el material empleado, así como de los vehículos, y se revisa y entrega el armamento”, enumera.
La capitán, con 15 años de servicio, es natural de Valle de la Serena (Badajoz), cuenta también como curiosidad personal que también ha tenido que cambiar planes personales por la situación que viviemos. “Estoy prometida y me casaba el 16 de mayo. Hace un mes decidimos posponerla. Al principio me costó asimilarlo, pero rápidamente hicimos cambio de chip y hemos pospuesto la boda para el 15 de agosto. Esperemos por el bien de todos que para entonces la situación esté totalmente bajo control”, confiesa.
