No me reenvíes mierda

Córdoba

Reenvíame cosas buenas. Enlaces a recetas, a los chistes de Joaquín el futbolista, a revistas en abierto, a trailers de películas y series. Reenvíame poemas, mensajes de gente que anima a otra gente, mensajes de “verás, cuando salgamos de esta, qué fiesta nos vamos a pegar”. Y mejor que reenviar, mándame mensajes tuyos, que hablen de ti, de tu familia, de lo que sientes. Sabes que para eso estaré siempre. Para lo bueno y para lo malo. Para darte ánimos o para aplaudir tu foto con una cerveza en la terraza. Pero, por favor, no me reenvíes mierda. No necesito que me reenvíes el odio que otros están fabricando. No necesito ese odio, y mucho menos en este momento, porque, aunque sea verdad, que lo dudo, no nos ayuda para nada. No me reenvíes mierda, insisto, y, sobre todo, no me reenvíes vídeos de 10 megas. De gente diciendo mierda