La EMSV de Getafe aplaza el pago de los alquileres de sus pisos en casos vulnerables
Este medida se dirige a personas con situación de vulnerabilidad o que hayan visto mermados sus ingresos por la epidemia
Estado de las obras de las viviendas de El Rosón en agosto del pasado año / Ayuntamiento de Getafe
Getafe
La Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMSV) de Getafe ha aprobado realizar una aplazamiento de los alquileres de sus viviendas y locales comerciales situados en los barrios de Los Molinos y Buenavista, en aquellos casos de personas que vivan situaciones más vulnerables o que tengan sus ingresos reducidos a consecuencia de las medidas económicas decretadas por el coronavirus.
El Ayuntamiento getafense ha emitido una nota de prensa en la que indica que se podrán beneficiar de esta iniciativa los vecinos desempleados o que cuenten con ingresos que no hayan superado el índice IPREM en el mes anterior a la solicitud del aplazamiento. No obstante, este límite puede variar según el número de hijos a cargo del inquilino. También se aplicará el aplazamiento del pago del alquiler a los autónomos o empresarios que hayan tenido, como mínimo, un 40% de pérdidas en sus negocios.
Todos los interesados en acogerse a esta medida pueden dirigirse al correo electrónico registro@emsvgetafe.org o al whatsapp 674 168 972. Fuentes municipales indican que una vez finalizado el periodo de aplazamiento se “definirá una forma de pago de las cantidades aplazadas”. De esta manera, el Consistorio ofrece apoyo a los vecinos, pequeñas empresas y profesionales que han alquilado locales o casas a la EMSV, según ha indicado el concejal de Vivienda getafense, Ángel Múñoz.
Las viviendas del Rosón, paralizadas otra vez
Este no es el único cambio que en la vida cotidiana está provocando el COVID-19 porque tras el Real Decreto para paralizar toda actividad económica no esencial, las obras de las 147 viviendas del barrio de El Rosón promovidas por la EMSV, también se han paralizado. No es la primera vez que esta actuación sufre un parón, por diferentes causas.
Entre septiembre de 2018 y principios de 2019 las obras estuvieron paradas después de encontrarse residuos de actividad industrial en el terreno, lo que obligó a cumplir los trámites para su retirada de forma segura. La paralización definitiva llegó a principios de agosto cuando la constructora OPROLER, que formaba parte de la Unión Temporal de Empresas adjudicataria, dejó los trabajos tras presentar concurso de acreedores en junio.
