Los Colegios de Farmacéuticos de Castilla y León trabajan en ampliar la dispensación de receta electrónica

Cuéllar

Los Colegios de Farmaceúticos de Castilla y León y la Consejería de Sanidad están modificando los criterios de uso de la receta electrónica para evitar que los ciudadanos tengan que acudir a los centros de salud o consultorios innecesariamente para realizar trámites meramente burocráticos. “Se va a habilitar que funcione más tiempo, que no caduque, renovaciones automáticas… Poco a poco se pondrán en marcha para evitar que los ciudadanos tengan que ir a espacios donde hay población de riesgo o más posibilidad de contagio”, explica Javier Alcaraz, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Segovia. También se está actuando en el caso de las recetas visadas con distintas modificaciones técnicas para que los pacientes no tengan que acudir a la consulta y evitar riesgos.

Desde el primer día el comportamiento de la población que acude a las farmacias por lo general está siendo de tranquilidad. Los establecimientos han instalado carteles, cintas, pegatinas en el suelo y reducido el aforo de personas. En el caso de que haya varias personas en el interior de la farmacia, esperan a la puerta para poder entrar cuando alguien salga. Respecto al uso de las mascarillas, elemento que escasea en las farmacias, Alcaraz recuerda que es un elemento importante para los profesionales sanitarios o alguien que tenga que cuidar a una persona mayor en estrecho contacto y para un enfermo para que no contamine a nadie más. Pide tranquilidad a la población y que sean conscientes de que el primer objetivo no es no contaminarse uno mismo, sino no contaminar a población de riesgo. “Si todos llevamos las pautas de aislamiento y limpiar las superficies de contacto que tocamos con la mano diariamente, con eso ganamos muchísimo”, concluye.