Zaindu dezagun elkar

Bilbao

Hay una singularidad del euskera que me gusta especialmente: la partícula "elkar". Que nuestra lengua cuente con una palabra para nombrar lo recíproco, la interacción...me gusta pensar que nos define. De Elkar viene Elkartasuna y los nombres de muchas plataformas surgidas en esta crisis.

Surgieron al minuto de cerrar los colegios. Primero para ayudar a padres y madres. Luego, a mayores o dependientes que viven solos. En las tres capitales, en Barakaldo, Arrigorriaga, Ugao-Miraballes, Eibar, Zumaia, Algorta, Durango, Santurtzi, Portu, Valdegovia, Galdakao, Zuia...

Desde ayer el Gobierno vasco está tratando de coordinar esta avalancha solidaria en una red única y organizada que atienda teléfonos, reparta comidas o baje perros a la calle. Reconozco que institucionalizar lo espontáneo no me gusta. Igual que el gobierno tiende a desconfiar de todo movimiento que no controle (pregúntenle qué opina de las redes que surgieron al calor de los migrantes de paso hace un par de años). Pero en esta ocasión tiene un punto lógico. Podemos dañar a aquellos que intentamos proteger. Hay que hacerlo "Guztion artean".