Dos años de cárcel para un farmacéutico por "inflar" las recetas del SAS y quedarse con 1,1 millones
También deberá pagar una multa de 960 euros y una indemnización de más de un millón de euros al Servicio Andaluz de Salud, entre otras cantidades
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El farmacéutico durante la vista antes de que su esposa abandonara el banquillo tras retirar las partes la acusación sobre ella. / EUROPA PRESS (EUROPA PRESS)
![El farmacéutico durante la vista antes de que su esposa abandonara el banquillo tras retirar las partes la acusación sobre ella.](https://cadenaser.com/resizer/v2/NXRGNLBHXVK23HYXTRZGTOFOCU.jpg?auth=934561e6ea6b1647c1aee271d24a2c51ed72cf4cf2ec1e918a697202ff4364d3)
La Sección Tercera de la Audiencia de Jaén ha condenado a dos años de prisión a un farmacéutico jienense por "inflar" desde su farmacia de Huelma (Jaén) las recetas del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Además, se le condena a dos años de inhabilitación para el ejercicio de la profesión, al pago de una multa de 960 euros y a indemnizar al SAS en 1.151.431,23 euros y en 5.500 euros al Colegio de Farmacéuticos de Jaén.
Son los términos de la sentencia alcanzada este lunes por conformidad de las partes después de que el acusado haya reconocido los hechos y se haya declarado culpable de los mismos. Además, ha quedado absuelta su esposa después de que el SAS y el Colegio de Farmacéuticos hayan retirado la acusación.
Todas las partes se han pronunciado a favor de suspender los dos años de prisión para que el condenado no ingrese en la cárcel ya que tiene suscrito un compromiso de pagos para hacer frente a la responsabilidad civil contraída. No obstante se mantiene la inhabilitación para el ejercicio de la profesión de farmacéutico durante dos años.
- suspensión
La investigación de la Guardia Civil comenzó en el verano de 2016 aunque después de varios meses, se cerró descartando que hubiera un fraude generalizado por parte de las farmacias jienenses, pero sí se presentó acusación en dos casos concretos que se enjuiciarán por separado, el primero de ellos ha sido este lunes.
El fallo establece que el farmacéutico ya condenado "ideó un sistema para defraudar a la Administración Sanitaria de Andalucía, de tal manera que pudiera percibir cuantiosos ingresos económicos en la comercialización de medicamentos y productos sanitarios".
La actividad delictiva se fecha entre septiembre de 2012 y octubre de 2016. Según, se ha considerado probado en la vista, todo "giraba en torno a la facturación de los importes correspondientes a los medicamentos y productos que debían dispensarse a través de las recetas oficiales de la Seguridad Social, amparando el acusado su impunidad en la creencia de que la Administración no dudaba de la eficacia de su sistema de control".
Así, "para conseguir su objetivo defraudatorio y de lucro ilícito, en las recetas electrónicas, "en muchas ocasiones, dispensaba sólo alguno o algunos de los medicamentos o productos prescritos, facturando, sin entregar, otros igualmente prescritos o no prescritos". Además, en las recetas de papel, si estaban rellenas, "facturaba el importe de medicamentos o productos distintos y más caros que los prescritos" y si estaban en blanco "generaba como dispensado elque estimaba conveniente". También, "en multitud de recetas, el médico no había prescrito el medicamento facturado y supuestamente dispensado y ni siquiera el paciente consignado había pasado consulta con el médico prescriptor".
Segundo juicio
El segundo de los juicios se ha fijado para el 30 de marzo. En este caso se sentará en el banquillo la titular de una farmacia en la capital jiennense y una oftalmóloga acusada de prescribirse a sí misma un medicamento para facilitárselo a su madre. En este caso, el Ministerio Fiscal reclama para la farmacéutica cuatro años y medio de prisión, 2.400 euros de multa e indemnizar al SAS en 932.684,89 euros.
También para la oftalmóloga, el Ministerio Fiscal reclama un año de prisión por un delito de estafa continuada. En este caso se le acusa de entregar a la farmacéutica acusada nueve recetas en las que se prescribía a sí misma un medicamento prescrito a su madre en una consulta privada y que le era facilitado "a sabiendas de que no correspondía su financiación a través del sistema público".