Sociedad | Actualidad

Cuando el Carnaval de Cádiz no podía ofender

La Biblioteca de Temas Gaditanos Juvencio Maeztu expone documentos históricos de la fiesta gaditana

Edictos de 1868 y 1886 sobre el Carnaval de Cádiz expuestos en la Bbilioteca Juvencio Maeztu / Cadena SER

Edictos de 1868 y 1886 sobre el Carnaval de Cádiz expuestos en la Bbilioteca Juvencio Maeztu

Cádiz

Hubo una época en la que el carnaval no podía ofender a nadie. "Se prohíben en absoluto los disfraces y las canciones que ofendan a la moral o ridiculicen a toda clase de instituciones". Es un edicto de 1886 firmado por el entonces alcalde, Enrique del Toro. Unos años antes, en 1868, estaba terminantemente prohibido vestirse de religioso. Lo decretó el alcalde Francisco Belmonte, con la firma de su secretario Adolfo de Castro. Entonces la gente \ solas ni, ya reunidas, pedir dinero por cantar. Son algunos documentos que expone durante estos días la Biblioteca de Temas Gaditanos Juvencio Maeztu, situada en la sede del Centro de la Fundación Unicaja en Cádiz.

La Biblioteca Juvencio Maeztu

16:51

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

La SER ha recorrido esta exposición en compañía de la que es su bibliotecaria desde prácticamente el último año, Rocío González, que ha sido la encargada de seleccionar algunos de los muchos documentos sobre carnaval que guarda esta biblioteca.

Hay libretos de coros de principios del siglo XX, publicaciones curiosas y son especialmente curiosos los edictos y normativas municipales que regulaban las fiestas cuando se acercaban las fiestas del carnaval. Por ejemplo, el publicado el 19 de febrero de 1868 con las firmas del alcalde Francisco Belmonte y del secretario Adolfo de Castro.

Ese documento viene precedido del curioso mensaje: "Es el deseo que en todos los festejos públicos reine la mayor libertad combinada con las reglas del buen orden que sirve para asegurarla". Y esas reglas eran 15. "Se permitirá ir por la calles con disfraces siempre que los que los usen guarden la moderación debida sin ofender a persona alguna", decía la primera. "Está terminantemente prohibido el uso de vestiduras de ministros de la religión". "Se prohíbe toda parodia en ofensa de la religión, de las buenas costumbres o de las disposiciones del Gobierno". "No se consentirá de modo alguno el uso de trajes contrarios a la moral y la decencia". "Ninguna persona disfrazada podrá llevar armas o espuelas".

Edicto de Enrique del Toro sobre el Carnaval de Cádiz

Edicto de Enrique del Toro sobre el Carnaval de Cádiz / Cadena SER

Edicto de Enrique del Toro sobre el Carnaval de Cádiz

Edicto de Enrique del Toro sobre el Carnaval de Cádiz / Cadena SER

Otro de los edictos es de 1886, cuando Enrique del Toro era alcalde, resumió algo más estas normas en cuatro reglas más sucintas. "Se prohíben en absoluto los disfraces y las canciones que ofendan a la moral o ridiculicen a toda clase de instituciones". "Queda igualmente prohibido arrojar agua y molestar de cualquier modo a los transeúntes". "Solo la autoridad tendrá derecho a exigir que se quite la máscara quien cometa falta o perturbación pública". "Todo el que infrinja estas disposiciones quedará sujeto a la multa que gubernativamente proceda".

En 1892 el alcalde Eduardo Genovés también publicaba un bando, con un tono más conciliador, en el que igualmente recordaba que el civismo debía ser la tónica del carnaval y reiteraba la prohibición de disfrazarse de religioso o de cantar coplas ofensivas a la moral. Aquel año también se prohibía el tránsito de toda clase de carruajes y caballerías, solo "la que formen parte de alguna mascarada".

Bando del alcalde Eduardo Genovés sobre el Carnaval de Cádiz

Bando del alcalde Eduardo Genovés sobre el Carnaval de Cádiz / Cadena SER

Bando del alcalde Eduardo Genovés sobre el Carnaval de Cádiz

Bando del alcalde Eduardo Genovés sobre el Carnaval de Cádiz / Cadena SER

Estos documentos forman parque de una pequeña exposición resumida en las vitrinas expositivas de la biblioteca, que custodia el legado dejado por Augusto Conte, que compró Unicaja (entonces caja de ahorros) y que se expone en el edificio del Centro Fundación Unciaja de Cádiz, en la calle San Francisco, junto a la plaza de San Agustín.

Además del legado del carnaval, la biblioteca, cuyo acceso es libre y gratuito, guarda documentos valiosísimos para conocer la historia de la ciudad. Allí hay partes vigías, donde se registraba la mercancía de los barcos o la meteorología, información sobre compañías navieras, documentos sobre las Cortes de Cádiz y hasta 20.000 volúmenes cargados de información. La Fundación colabora con otras instituciones como el Centro Andaluz de las Letras o la Fundación Carlos Edmundo de Ory para dar a conocer su contenido.

Pedro Espinosa

Pedro Espinosa

En Radio Cádiz desde 2001. Director de contenidos de la veterana emisora gaditana. Autor del podcast...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00