Enrique y Francisco, agricultores alicantinos: "Queremos vivir del campo y no de la caridad de Europa"
Entrevista a Enrique Sánchez y Francisco Bañó, agricultores alicantinos, sobre la crisis de precios
20:49
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Alicante
Ambos nos atienden mientras trabajaban en sus explotaciones agrarias. Enrique Sánchez, de 37 años, con las tijeras de podar en la mano, entre sus vides de uva embolsada del Vinalopó. Y Francisco Bañó, de 43 años, tiene una explotación de olivos en Beneixama. Ambos proceden de familias vinculadas a la agricultura, son jóvenes y quieren seguir trabajando en el campo.
Se sienten desamparados. Mientras sube el salario mínimo, el seguro agrario, los fertilizantes y gasóleo, ellos siguen cobrando lo mismo que hace un par de décadas. Sánchez asegura que no tiene grandes esperanzas en que España pueda parar el recorte del 14 % en el gasto agrario en las negociaciones que se siguen en Bruselas para elaborar los presupuestos comunitarios para el periodo 2021-2027. "Queremos seguir viviendo del campo y no la caridad de Europa, añade.
Por su parte, de una forma más vehemente, Bañó afirma que la situación de la agricultura es límite. "Terminaremos de jardineros en Benidorm haciéndoles la ola a los turistas" asegura sarcásticamente.
Para acabar con esta situación consideran que hay que revertir la situación del mercado controlado monopolísticamente por dos o tres operadores. En este sentido, tampoco son muy optimistas con las negociaciones que el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha llevado a cabo con las grandes empresas de supermercados de nuestro país.
Ninguno se plantea talar sus arboles, como han hecho otros agricultores alicantinos. Es una medida tan desesperada que no tiene vuelta de hoja. Eso sí, si las cosas siguen igual, muchas explotaciones de uva o de olivos se quedarán, como ya está sucediendo, en el campo.
Se irritan -es evidente- cuando se les pregunta por el cambio climático o por las preocupaciones que muestran algunos políticos cuando hablan de la España vaciada. Les parece una contradicción que se hable de la necesidad de tomar medidas para detener el calentamiento global o para evitar que las zonas rurales se sigan vaciando, pero ellos tengan que recibir unos precios de subsistencia por sus productos agrarios.
Sánchez insiste en la necesidad de que los agricultores se sigan movilizando y por ello, recuerda que el próximo martes, 25 de febrero, habrá una nueva "tractorada" en Novelda. Mientras tanto, más abatido, Bañó, destaca el alto precio, hasta sentimental, que deben pagar por seguir trabajando el campo.
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