Los recuerdos de un gimnasta fuenlabreño en los JJOO de Roma de 1960
Hermenegildo Martínez fue uno de los encargados de tomar el relevo de Joaquín Blume tras su trágica muerte
La competición de gimnasia de los JJOO de Roma tuvo como espectácular escenario a las 'Termas de Caracalla' / David Lees/Corbis/VCG via Getty Images
Fuenlabrada
La muerte de Joaquín Blume en 1959 rompió todas las expectativas de medalla en gimnasia en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960, en la primera participación de España como equipo. Allí, en la ciudad eterna vivió su experiencia olímpica un fuenlabreño, Hermenegildo Martínez, protagonista, a sus 82 años, este martes de 'Destino Tokio' en Cadena SER Madrid Sur.
Hermenegildo Martínez entre la Reina Doña Sofía y el presidente del COE, Alejandro Blanco, en 2010, durante el reconocimiento a los olímpicos del año 1960 en el medio siglo de esa cita. / COE
Hermenegildo Martínez entre la Reina Doña Sofía y el presidente del COE, Alejandro Blanco, en 2010, durante el reconocimiento a los olímpicos del año 1960 en el medio siglo de esa cita. / COE
Hermenegildo Martínez, el gimnasta fuenlabreño que participó en los JJOO de Roma de 1960
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Con los achaques de la edad y la propia práctica de una disciplina tan dura como la gimnasia, “Blume era mi maestro, hicimos mucha amistad, me ayudó mucho. Esos momentos fueron fatales”, rememora sobre la pérdida de ‘El ángel dorado’ barcelonés.
La expedición le echó de menos en Roma donde, como curiosidad, la prueba de gimnasia se realizó en las ruinas de las Termas de Caracalla. “Era un escenario maravilloso”, reconoce Martínez. Allí disfrutó con la explosión de los gimnastas japoneses o las soviéticas.
“Solo hice la mitad de la competición. Participé lesionado en la muñeca e incidía en algunos aparatos especialmente”, asume ahora. Fue 129º y penúltimo en la tabla, aunque las puntuaciones en las pruebas que participó no fueron malas.
Formó parte de la sección de gimnasia del Real Madrid con los que ganó un campeonato de España (1961) y varios de Castilla y cuenta como anécdota que, aún siendo los años dorados del club blanco con Di Stéfano, Kopa, Puskas o Gento, no prestó demasiado interés a los triunfos. “No iba ni a los partidos. El gimnasio del club estaba en los sótanos del Santiago Bernabéu y recuerdo entrenar allí mientras en el césped estaban jugando la final de la Copa de Europa”, recuerda jocoso.
