Caja vacía

Pamplona

Dicen quienes saben de legislación que las leyes son cajas vacías con una buena intención, pero lo que las llena de contenido son los desarrollos reglamentarios. Los parlamentos hacen las leyes, los gobiernos los reglamentos y los desarrollos, que son los que afectan de manera directa a la ciudadanía.

Hace más de un año contamos aquí en la SER las ventajas de la ley de derechos culturales que aprobó el parlamento sin ningún voto en contra. La más llamativa, la obligatoriedad de que los bienes de interés cultural tengan al menos 4 días de visita gratuita. Ha pasado más de un año pero seguimos teniendo que pasar por caja. ¿Por qué? 

Bienes que, por su interés cultural, son restaurados con dinero público como es el caso del claustro de la catedral de Pamplona, una joya del gótico, pero cuyo disfrute está acotado a los canónigos que reflexionan y pasean en él y para quienes abonan los 5 euros que cuesta la entrada, que esta sí, va integramente a la caja de la iglesia.