Detenido un maltratador reincidente de 25 años
La detención se produjo en plena calle, donde también fue arrestado un mes antes por quebrantar la orden de alejamiento
Burgos
La Policía Nacional ha detenido nuevamente a O.D.C.G., de 25 años, como presunto autor de un delito de malos tratos hacia su expareja, y otro delito de quebrantamiento de condena, ya que desde el pasado año se encuentra en vigor una orden de alejamiento dictada por un Juzgado de lo Penal de Burgos, con respecto a la mujer, víctima también en este último hecho.
Fue la mujer quién realizó llamada al 091 en la que comunicaba que se encontraba en la vía pública, en la Avenida Reyes Católicos y que su pareja la había agredido, teniendo él una orden de alejamiento con respecto a ella. De inmediato los policías localizaron en la citada calle a ambas personas, procediendo a la detención del varón, que fue trasladado a dependencias policiales para practicar las diligencias oportunas. Hacía escasamente un mes que el agresor había sido detenido por un delito de quebrantamiento de condena, la cual le prohíbe acercarse a la víctima a menos de 500 metros de cualquier lugar dónde se encuentre esta y/o comunicarse con ella a través de cualquier medio.
A pesar de ello el detenido ha sido reincidente quebrantando en más de una vez esta medida cautelar. Es por tanto de sobra conocido por los agentes que en reiteradas ocasiones a lo largo del pasado año han intervenido en situaciones similares a esta que nos ocupa y en las que también han sido protagonistas la pareja. La Autoridad Judicial decretó prisión provisional para el detenido que a pesar de su juventud cuenta con una nutrida lista de antecedentes y requisitorias. En muchas ocasiones las víctimas de malos tratos están inmersas en una dependencia emocional de sus presuntos agresores, que no llegan a ser capaces de romper con el vínculo sentimental que les une con ellos, a pesar de reconocer que están siendo maltratadas. En ocasiones, se han dado las circunstancias que la propia víctima, 'ciega del peligro' que supone seguir vinculada a su agresor, ha solicitado ante el Juzgado correspondiente, que le sean retiradas las medidas de prohibición de comunicación y alejamiento, siendo estas solicitudes denegadas por parte de las Autoridades Judiciales para proteger la integridad de las víctimas que no terminan por romper el vínculo emocional con el agresor.