Un ejemplo de asociacionismo
La AAVV del barrio Allendeduero organiza más de 140 actividades a lo largo del año
La AAVV Allendeduero, ejemplo de asociacionismo y actividad
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Aranda de Duero
En una época en la que el asociacionismo está de capa caída, en la que los movimientos vecinales cuestan más en llevarse a cabo, hay un ejemplo llamativo fruto del trabajo desinteresado por una mejor vida para el ciudadano. Es el caso de la Asociación de Vecinos del barrio Allendeduero, que organiza un sinfín de actividades a lo largo del año -más de 140 publicitadas y otras que no se plasman en papel pero sí se realizan- y que encabeza uno de los asociacionismos más potentes de Aranda.
Más de 800 socios -cada socio es una familia, un hogar- forman parte de este movimiento. Lo que hace que también sus aportaciones -como la organización de clases de yoga, por poner un ejemplo- sean acciones desinteresadas que permiten mover las calles de este enclave arandino, que comprende un importante número de viviendas y habitantes de la capital ribereña.
Desde la Asociación de Vecinos de Allendeduero se sienten “satisfechos” por su relación con el ayuntamiento local, con que el que hay una comunicación fluida y donde consideran que se les escucha, aunque “siempre se puede mejorar”, como esgrimen los tres miembros de la junta directiva que esta semana pasaban por los micrófonos de la SER para contar su ideario y forma de actuación.
Y es que tener un buen barrio responde al trabajo desinteresado y la implicación de sus vecinos. Algo que han entendido desde el primer momento en la asociación de Allendeduero, donde nunca faltan ideas, pero mucho menos ilusión. La mejor receta para un mejor día a día.
En la parte superior de esta información pueden repasar la charla que manteníamos con tres miembros de la Junta Directiva de la asociación vecinal.
