Los afectados por las inundaciones en Reinosa temen que vuelva a pasar
Un mes después de las peores inundaciones de Reinosa los afectados piden medidas efectivas para que una catástrofe de esta envergadura no vuelva a ocurrir
Santander
Ha pasado un mes de aquella fatídica noche del 19 de diciembre. El desbordamiento del Río Hijar y la crecida del Ebro ocasionaron las peores inundaciones de la historia de Reinosa. Durante la noche, el río Híjar alcanzaba su máximo histórico con 3,59 metros. El episodio ocurrido correspondió con una inundación que podría tener una frecuencia teórica de 300 años.
Cuatro personas fueron evacuadas pero otras 21 ni siquiera pudieron ser rescatadas, quedaron confinadas en la parte alta de sus viviendas. El Gobierno regional activó el Plan Especial de Inundaciones de Cantabria (INUNCANT) en su nivel 1 y la sala del 112 recibió 300 llamadas que supusieron la gestión de 108 incidencias.
Treinta días después hemos regresado a la Avenida Naval, una de las calles que sufrió las peores consecuencias. Los vecinos son conscientes qué a día de hoy, pueden contarlo gracias a que todo pasó a una hora en la que hubo capacidad de reacción. Defienden que si hubiera pasado de madrugada el balance hubiera dejado fallecidos.
Visitamos la vivienda de Eloisa, ella misma nos muestra en un video como lo ha perdido todo. El agua entró con tanta fuerza que arrasó con todo, el parquet ha desaparecido e incluso el suelo se ha levantado. Un deshumidificador permanece enchufado las 24 horas tratando de secar su casa, donde se nota la friura de una humedad que tardará mucho tiempo en desaparecer.
Ella se siente afortunada, ya que puede contarlo. Además, como su madre vive en el piso superior, tiene un lugar donde vivir hasta que pueda arreglar su casa, pero hay vecinos cuyas vidas se han trastocado mucho más. Cheguar es otro de los afectados. En su caso no sólo ha perdido todo lo que tenia en su vivienda, además el taller de arreglos florales que habían montado él y su mujer ha quedado inservible.
Se pregunta cuando van a poder volver con su actividad, con su “modus vivendi”. Y de que manera las indemnizaciones van a cubrir las enormes pérdidas que tienen que afrontar. Pero sobre todo quieren saber si se está haciendo algo para que algo así no vuelva a ocurrir, porque está convencido que no es así.
Y es que asegura los puentes son el principal indicador que delatan por si mismos una de las principales causas del desbordamiento de los ríos. Antes de la riada los temores de la opinión pública eran la posibilidad de que se cegasen algunos de los ojos de los puentes como consecuencia de la vegetación arrastrada por la riada. Pero sin embargo ha sido crucial en el desastre que los cuatro puentes que atraviesan Matamorosa y Reinosa sobre el Hijar, al igual que los del Ebro tengan cegados distintos ojos por rellenos del cauce.
El Ayuntamiento de Reinosa habilitó una oficina de información y atención a los vecinos en la planta baja de La Casona y convocaba la semana pasada a los mismos para informales del contenido de las ayudas estatales contempladas en el Real Decreto 307/2005.
Unas ayudas destinadas a “la atención de necesidades derivadas de una situación de emergencia” tales como “daños materiales y estructurales en viviendas y enseres de primera necesidad”.
Los solicitantes deben cumplir una serie de requisitos y los ingresos anuales máximos que puede tener cada unidad familiar o las cuantías de las subvenciones, van desde los 15.120 euros en el caso de la destrucción total de la vivienda hasta los 2.580 euros estipulados para los desperfectos en enseres.
Los daños en la estructura de una casa podrán ser subvencionados hasta con 10.320 euros mientras que los no estructurales recibirían una cuantía máxima de 5.160 euros. Las comunidades de propietarios podrían percibir hasta 8.000 euros, la misma cantidad que los establecimientos industriales, mercantiles y de servicios.
El plazo para solicitar estas ayudas vence el 21 de enero y a ellas se sumarán las indemnizaciones que aporte el Consorcio de compensación de seguros. Los afectados ansían que lleguen cuanto antes para poder comenzar a recuperar sus vidas.