Descenso notable del tráfico en Oliva y Bellreguard tras la liberalización de la autopista

Gandia

Han pasado apenas 10 días desde que se produjo la apertura de la AP-7 y en algunos municipios de la Safor ya comienza a notarse un descenso del flujo de tráfico por la Nacional 332, y por ende un aumento de la circulación en la vía ya liberalizada de peaje.

Esta es la sensación, al menos visual, que ha percibido el alcalde de Oliva, David González, a los pocos días de que se retiraran las barreras de la zona de pago. No obstante, el nacionalista ha señalado que el consistorio va a solicitar la confección de un estudio donde quede reflejado, con datos fehacientes, cuál es con exactitud la densidad del tráfico por el núcleo urbano de la ciudad durante los próximos meses. Cabe recordar que el tráfico diario por la N-332 con la AP-7 de pago era de más de 17.200 vehículos.

En Bellreguard, según palabras del propio alcalde, Àlex Ruiz, desde la liberación del peaje de la autopista "no pasa por la travesía de la Nacional 332 ni una cuarta parte del tráfico de camiones y el paso de turismos es tan fluido que hasta se escucha el canto de los pájaros". En este sentido, un estudio universitario calculó que la contaminación acústica de las poblaciones de la Safor, por donde transcurre la N-332, era de más de 65 decibelios, una cifra superior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud.