Regalo de Reyes

León

A estas alturas de la tarde y, si no ha habido un tamayazo fantástico por el camino, probablemente tendremos ya nuevo gobierno. Ya saben ustedes que será un ejecutivo traidor, comunista y felón que a estas horas ya habrá pegado fuego a varias sacristías, nacionalizado el piso y el trastero de su suegra y vendido la sagrada unidad de la patria a los taimados hijos de Jonqueras.

A muchos compatriotas les tiemblan las canillas en este instante, llevados por el discurso del odio y la mentira que ha puesto en marcha la derecha, que empezó siendo trina , pero ya es una en la misión de describir el apocalipsis . Ya lo ha dicho Cañizares: orad por la patria.

A esa misma hora, abriremos una botella de vino otros tantos que compartimos la ilusión utópica y el brillo en los ojos de quienes creen que otra España es posible. Una en la que se empiecen a curar las llagas de la desigualdad, donde el trabajo sea digno, donde la educación pública vuelva a ser el pilar de la igualdad de oportunidades, donde la vivienda no sea un artículo de lujo sino el derecho que dice la Constitución, donde cada uno aporte a una fiscalidad justa y progresiva según su riqueza. En fin, esas cosillas tan radicales que todo el mundo asume hasta que la maquina del barro se pone en marcha y el congreso de los diputados se convierte en un lodazal vergonzante.

Los años traen también la marca del escéptico, y es muy posible que por el camino se queden muchas de las promesas que hoy encienden las esperanzas. Si tal derrota llegara, entonces sí que los llamaré traidores y felones, palabrita del Niño Jesús, pero, mientras tanto, déjennos soñar con esa patria más hermosa, más sabia y mas justa. Respeten al menos este regalo tardío de Reyes . Que no les pueda el ansia. Espérense un poquito. No nos digan que son los padres… todavía.