Pide 320.000 euros a Iberdrola y otras empresas por no avisar de riesgo de amianto
La asociación vasca de víctimas del amianto ASVIAMIE se ha concentrado para expresar su apoyo a un trabajador que reclama 320.000 euros a empresas como Iberdrola, Petronor y Repsol por no informarle de los riesgos de la manipulación del amianto en su puesto de trabajo, que le hizo enfermar
Bilbao
La asociación vasca de víctimas del amianto ASVIAMIE se ha concentrado este martes para expresar su apoyo a un trabajador que reclama 320.000 euros a empresas como Iberdrola, Petronor y Repsol por no informarle de los riesgos de la manipulación del amianto en su puesto de trabajo, que le hizo enfermar.
El Juzgado de lo Social número 1 de Bilbao ha celebrado el juicio del proceso en el que un trabajador, enfermo afectado por mesotelioma pleural, reclama en concepto de daños y perjuicios 320.000 euros a las empresas en las que trabajó como 'calorifugador', dado que le ocultaron el riesgo que suponía la manipulación del amianto y que no le proporcionaron la protección respiratoria que necesitaba.
<p itemprop="description">La plataforma de afectados considera que "ha llegado la hora, de que el Congreso de Diputados y el Gobierno que se constituya estos días y las grandes empresas, promuevan con urgencia y sin más aplazamientos, la creación de un Fondo de Compensación, con recursos suficientes</p>
El afectado pasó "toda su vida laboral" en "contacto intenso con la fibra cancerígena del amianto", como empleado ATEFRISA, KAEFER y posteriormente en ITASA e ITASA NAVAL, hoy desaparecidas. Estas empresas actuaban como contratas de Iberdrola, Petronor, Izar, Repsol y Unilever, ha explicado ASVIAMIE.
El Instituto de la Seguridad Social le reconoció las prestaciones derivadas de incapacidad derivadas de su enfermedad profesional.
Iberdrola fue la empresa "donde mayor exposición padeció" ya que el denunciante junto a otras personas realizaban trabajos en las centrales térmicas de Pasaia y Santurtzi, y en el proyecto de central nuclear de Lemoniz, cuyas tuberías y depósitos estaban revestidos de amianto. Todas las tuberías de las térmicas eran de unos diámetros muy amplios y debían revestirlas con placas o coquillas de media caña, para lo cual tenían que cortarlas y ajustarlas.
Ese grupo de trabajadores acudía también a la refinería de Muskiz de Petronor, para trabajar en el aislamiento de tuberías y depósitos, realizó el aislamiento de los tanques y de los tubos de escape de los motores de los astilleros IZAR y en Unilever se encargó del mantenimiento de tuberías y depósitos de grasa hidrogenada.
Todos esos trabajos implicaban "una manipulación directa de fibras de amianto" y se realizaron "sin protecciones respiratorias y ni las empresas principales, si las subcontratas le informaron de la peligrosidad del amianto, ni cumplieron con las exigencias de la normativa de Seguridad e Higiene"