Victoria de manual: del lucimiento al suspense

Getxo

Ni siquiera una exhuberante versión en el fango le dio a la Cultural para apuntarse un triunfo holgado, sin apreturas, fuera de casa. Volvió a ser fiel a su costumbre. Hizo méritos para golear y terminó mirando el reloj. Debe hacérselo mirar. Se plantó en el maltrecho Fadura con el empaque y autoridad de quien quiere ser grande y baja al barro para ganarse la etiqueta. Para ello qué mejor que la pareja Alfonso-Montes en el sostén por delante de la aguerrida retaguardia. Del resto se encargaron Dani Pichín y Kawaya.

Al interesante inicio, de ataque tras ataque, le puso guinda el gol. Tras la internada de Dioni abortada por un zaguero, centró Castañeda desde su costado, el bote superó a Polanco y a su espalda conectó Pichín un disparo seco a la red. Un remate de autoestima para el madrileño en su regreso al once titular, en su enésimo intento de ganar regularidad. También mejora sus números Kawaya, hoy muy presente en el centro del ataque. Estaba estudiado. A los habituales errores defensivos del Arenas respondería la chispa del belga, que encaró a Carrio, le regateó y culminó de derecha. En un abrir y cerrar de ojos, la Cultural volaba en el marcador.

Lo hizo luego en el juego con una superioridad insultante, de cabo a rabo. Se lució en una combinación coral que aceleraron los goleadores con una pared mutua y apertura final para que Luque chutara al rostro de Carrio, que luego se arrojó a los pies de Pichín. Desnortado, el equipo vasco estuvo a punto de pedir clemencia, incapaz de superar la asfixiante presión rival para ganar metros. Sin embargo, llegó al vestuario con un hilo de vida.

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La renta acabó siendo escasa para la Cultural en un partido que derivó a otros derroteros. Olaizola equilibró la balanza y cuando metió a Vidal junto a Etxaniz, su pareja habitual, pasó a la amenaza. Primero con lejanos remates que vio pasar cerca de su marco Leandro, que se lució a cabezazo de Etxaniz. El meta se estiró como un felino sacando una mano prodigiosa. Candidata a parada del año. De repente, el Arenas soñó con un gol que reabriera el debate.

En la otra parte del campo, ya sin el dominio anterior, a los de Aira les faltó el tacto que se les supone a sus jugadores de ataque para traducir los espacios. Dioni embocó en fuera de juego el pase de Pichín y el recién incorporado Menudo disparó a la corta para feliz respuesta de Carrio. Cuando quemó sus naves, la escuadra rojinegra ganó profundidad, Zarzo centró su posición y desde allí asistió para el chut de Etxaniz que repelió Leandro. Con el rechace a su merced, el ex de la Ponferradina introdujo un factor sospresa: el suspense.

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Como en su última salida, la Cultural pagó la demora en la sentencia para enconmendarse a una defensa a la que se sumó Virgil. Recurrió al crono sin mayores agobios y observó incrédula como Castañeda se vestía de Abreu para malograr una carrera con balón y sin portero. La firma a un guion ya conocido, como el resultado que eleva a la Cultural de Aira a los altares de los datos.

ARENAS CLUB 1: Carrio; Ibarbia, Uranga, Frau, Polanco (Unai, 70'); Matador (Vidal, 55') (Marcos, 64'), Theo, Parra; Zarzo, Urkiza, Etxaniz.

CULTURAL 2: Leandro; Aitor, Héctor Rodas, Iván González, Julen Castañeda; Eric Montes, Alfonso; Pichín (Virgil, 89'), Luque (Menudo, 69'), Kawaya (Antonio Martínez, 80'); Dioni.

ÁRBITRO: Antonio Alberola Rojas (Colegio Manchego). Amonestó a Luque, Matador y Polanco.

INCIDENCIAS: Primer partido del año 2020 en tierras vizcaínas con unos 300 espectadores en las gradas del Campo Municipal de Fadura.