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"Y se armó un belén"

Jesús del Río repasa el mundo de los belenes y aquellos más cercanos que tradicionalmente cada Navidad nos han acompañado

Aranda de Duero

Buen día. El titular de este artículo radiofónico (…y se armó un belén…) puede ser motivo de equivocaciones. No; no va de debates de políticos que terminan con el ‘y tú más…’; no va por ahí la cosa. Me propongo, rebuscando en mis recuerdos y vivencias, hacer hincapié en el montaje y disfrute de ‘los belenes navideños’, que son –según la concepción cristiana- ‘representaciones de la venida del Niño Dios a nuestro mundo, para salvarnos’, ocurrido hace dos mil y pico de años.

Y, echando la vista atrás, con la experiencia de los que peinamos canas (la de los mayores), se puede asegurar que -en estas tierras ribereñas- los belenes han sido y siguen siendo una de nuestras tradiciones más sentidas. Yo me acuerdo de que -de niño en mi casa de la calle Empedrada, y de adolescente en el Barrio de Sto. Domingo- mi familia, y yo con ellos, poníamos el nacimiento; humilde, con figuras pequeñas, pero con esmero e ilusión; al igual que mis vecinos y conocidos, cuyos belenes recorríamos esos días. Y ya de mayor, no solo continué con la tradición (que sigue), sino que tengo estupendos recuerdos de las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, en los que estuve muy involucrado en la organización de los Concursos (en el programa municipal) de Belenes en domicilios particulares, a los que se presentaban muchas familias arandinas. Mi experiencia como jurado, al visitarlos, fue muy satisfactoria, al comprobar el interés, dedicación y creatividad que se reflejaba en el montaje de sus nacimientos. Me consta que alguno de los premiados guarda como oro en paño, sus diplomas.

Ahora, dicen que prima el árbol y los adornos navideños, pero -subjetivamente, claro- creo que hay de todo y que coexisten ambas escenificaciones. Se siguen haciendo belenes estupendos en parroquias, colegios e instituciones diversas, aunque también en los domicilios familiares; incluso que se continúa la tradición de padres a hijos, y que -en muchas casas- sigue siendo un orgullo el exponerlo a la vista de convecinos y amigos. Y en las oficinas, el comercio o la hostelería donde, además de otros adornos, hay representaciones belenísticas de –por lo menos- el Misterio, con figuras de materiales muy diversos; y -en algunos establecimientos, en los distintos barrios- destacan montajes de belenes tan completos y elaborados como visitados por el público.

Llegados aquí, quiero hacer un alto en un Belén -tradicional donde los haya- que se puede ver en el escaparate de Calzados Velasco; el más antiguo, tanto como su slogan centenario: ‘Velasco, un siglo caminando juntos/ desde 1.918’. Pues me cuentan, que el punto de partida de este nacimiento nos lleva a 1.922, cuando la abuela de los propietarios actuales –como no lo había en Aranda- muy decidida viajó a Valladolid con 100 ptas. para comprar figuras para iniciarlo, y consiguiendo hacerse con el Misterio completo (el Niño, la Virgen, San José, la mula y el buey) y dos pastores de propina, que -de vuelta a Aranda- colocó en su casa. Con el paso del tiempo fue aumentando sus pertenencias, dedicando cada año una cantidad a ese fin. Hacia 1.940 se derribó el viejo edificio para construir otro más moderno -que es el actual-; y a la nueva zapatería bajó de su vivienda las figuras de que disponía del Belén, exponiéndolo en el escaparate que da a C/ Ricaposada, que fue visitado y alabado por mucho público, dada la novedad. En una reforma posterior, en la que se abrió otra entrada a la tienda por la C/ Ronda, se hicieron unos grandes escaparates, que son en los que se monta habitualmente -en doble altura-, con algunos añadidos de una parte del comercio, en determinados años.

Las figuras -tanto las de la Escuela de imaginería de Olot, como las de Murcia después, son grandes (superan los 20 cms.) y diversas; son unas 60 -de los diferentes personajes-, destacando entre ellas las del Misterio primitivo (con casi 100 años) y los Reyes; hay además otras tantas entre ovejas y animales diversos; también grupos de 3 o 4 personas en escenas conjuntas; unas construcciones formales como el castillo, y otras muchas de origen casero, grutas y dependencias varias; huerto labrado, río con peces de colores vivos; agua que corre y juegos de luces…; no falta un detalle, porque cada año es un montaje muy creativo, que se inicia hacia la Inmaculada, se abre a mitad de diciembre y se recoge tras los Reyes. Es la obra de una larga familia, que se regalan -entre sí- figuras navideñas para sus nacimientos particulares, faltaría más…, y que merece nuestra felicitación y aplauso, porque nos lo ofrecen con gran ilusión y amistad, año a año. ¡Un 10!

Y doy un paso más, para poner el acento en las acciones de diversos colectivos arandinos, involucrados en esta tradición navideña. Como el Club Deportivo Espeleoduero, cuyos montañeros el domingo 22 (con salida de los Jardines a las 7 y 8 horas) se desplazan al Urbión a festejar al Belén que ponen los sorianos en el pico en el que nace el Duero; cantan villancicos, brindan, almuerzan dulces, y pasan el día en la sierra junto con compañeros de las provincias limítrofes. (Abro un paréntesis, porque a las 8 de esta tarde-noche, clausuran en la Casa de Cultura sus estupendas Jornadas de Montaña, que cumplen su 30 edición, con un documental sobre las cumbres de la Patagonia; ¡enhorabuena!)

Más: otros montañeros arandinos pondrán el domingo un Belén en el Pico del Lobo, en lo alto de la Estación de La Pinilla; cantarán villancicos y brindarán por la Navidad. Parecido a lo que harán los andarines de la Peña El Chilindrón, que se desplazarán hasta La Vid; punto de partida de una caminata que les llevará hasta el paraje de una antigua ermita, para instalar el Belén y pasar la mañana. Son algunos ejemplos de actividades de grupos y particulares arandinos, en unas celebraciones tan tradicionalmente arraigadas.

El último párrafo también es para Espeleoduero, pero de la sección de piragüismo. Me hace especial ilusión porque lo veo desde mi espadaña. Anclado al pié del Puente Mayor -lado oeste-, y flotando en las aguas del Padre Duero, hay una barca con el Misterio. La conmemoración de estos deportistas –que disfrutan y cuidan el río que lleva Aranda de apellido-, se remonta a unos 20 años; de los cuales, hace cuatro que montan el Belén acuático. Alrededor de él, al mediodía del martes 24 (previo a la nochebuena), se concentrarán con sus piraguas y otras embarcaciones, para cantar villancicos, almorzar y brindar por la Navidad. ¡Os felicitamos!

Y –ya que estamos en las vísperas- aprovecho la oportunidad para hacer otro tanto, con los que nos escuchan esta mañana; y a nuestros compañeros de la radio; y a toda la gran familia arandina y ribereña. ¡Felices Fiestas, y que la suerte nos acompañe algo en el sorteo del próximo domingo …!

¡¡¡Viva la Navidad!!!

 
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