Los 'chochos típicos de Salamanca'
Los chochos, en la provincia charra, los hay dulces y salados
El nombre de esta especie de peladillas alargadas llama la atención a los viajeros que visitan la capital
Salamanca
De elaboración artesanal, con dosis intensas de almendra y canela, este dulce, muy consumido a lo largo de todo el año, especialmente en Navidad, guarda entre los confiteros y pasteleros de la zona el secreto de su receta con recelo. Con el paso del tiempo, y probablemente gracias a su nombre, han ido comiendo terreno a otras delicias dulces en competencia, como las almendras garrapiñadas o el bollo maimón y su venta como souvenir de encargo o regalo ha ido en aumento.
El 'chocho típico de Salamanca' está presente en las adornadas bandejas de dulces navideños importados, rellenos de turrones, polvorones o mazapanes y conceden a las celebraciones de estas fechas una impronta autóctona en convivencia con rosquillas de Ledesma o amarguillos de La Alberca.
Para acompañar a cualquier licor de cierre de festejo o simplemente como degustación en justa medida, el exceso de azúcar no invita a consumirlo en demasía, este dulce típico de Salamanca es uno de los más peculiares de toda España.
Conviene que el viajero gastronómico que visita la provincia charra tenga claro que los chochos, por estos lares, los hay dulces, como los citados, y salados. No tienen parentesco alguno, más que el nombre. El chocho salado, para los más despistados, es un altramuz, legumbre de la que ya romanos y griegos daban cuenta hace 2000 años.