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Gastronomía

En Cantabria, no hay Navidad sin torrejas

La rebanada de pan empapada en leche, rebozada en huevo, frita y endulzada con almíbar es el postre típico de la comunidad, que también recibe el nombre de torrijas

La torreja o torrija es el dulce típico de la Navidad en la mayoría de los hogares de Cantabria. / Getty Images

La torreja o torrija es el dulce típico de la Navidad en la mayoría de los hogares de Cantabria.

Santander

Está escrito que la torrija, o torreja, fue un invento de los romanos. Su gastrónomo Marcus Gavius Apicius detallaba en su recetario "De re coquineria" los pasos necesarios para elaborar un plato denominado pultes tractogalate. Eran gachas con harina y leche y, en esencia, su forma de preparación es muy cercana a la torreja actual.

En Cantabria, a diferencia de lo que ocurre en otros puntos de España, la torreja o torrija se prepara en Navidad. Es, de hecho, el postre típico navideño con mayor presencia en los hogares de la comunidad.

La denominación de torrija o torreja varía en función de cada casa y de cada zona de la región, según explica el miembro de la Academia de Gastronomía de Cantabria, Gabriel Argumosa. Esa diferencia de denominación, en principio, no guarda relación con la forma de prepara el postre; tiene que ver más con una deformación del lenguaje.

Cómo se elaboran las torrejas o torrijas

Hay tantas recetas de torrejas como madres y abuelas, que han sido las encargadas de su elaboración durante décadas. Las últimas tendencias culinarias han inventado algunas variantes, como las torrejas rellenas de chocolate o las que se hacen con sobao pasiego en lugar de pan.

La receta original, no obstante, emplea pan duro, cortado en rebanadas, que se empapa en leche. Tras rebozarlo en huevo, se fríe en abundante aceite de oliva y se coloca en el recipiente en el que se van a presentar. Se añade azúcar al gusto sobre cada torreja.

De forma paralela, y durante horas, se elabora el almíbar que se verterá en el recipiente. En algunas recetas se cambia el almíbar por la miel.

La historia de un postre que nació por necesidad

Aunque las primeras referencias a la forma de elaborar las torrijas datan de la época romana, no es hasta la Edad Media cuando se empieza a utilizar el pan duro. Fue en los conventos donde las monjas aprovechaban ese pan para bañarlo en miel y leche y comerlo durante los días de abstinencia.

La primera que vez apareció escrito el término 'torrija' fue en un texto del escritor salmantino Juan del Encina, en el siglo XVI.

Ya en época de posguerra, la escasez de recursos y la hambruna que afectó a buena parte de la población hizo que se recuperase esta receta durante la época de Pascua.

No hay documentación que explique los motivos por los que este postre se consuma en Cantabria durante la época navideña, aunque lo más seguro es que se empezase a aleaborar también por necesidad.

Fermín Mier

Fermín Mier

Formado en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona, soy el director de Contenidos...

 
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