Los mismos pecados

Vigo

Sólo los tropiezos de Mallorca y Eibar alivian el varapalo del Celta en Leganés. Una derrota contra el colista que duele demasiado y enciende de nuevo las luces rojas en el equipo incapaz de reaccionar.

Ni contra el colista. El Celta firmó en Butarque un partido horrible sin sombra siquiera de la ligera mejoría mostrada con la llegada de Oscar García. Con un once diferente el equipo, sin Lobotka y Sisto, con Okay y Rafinha volvió a desaparecer sobre el césped haciendo grande a un rival pequeño que se adelantó gracias a un libre directo de Oscar Rodríguez. Sin enterarse de que iba la película, el Celta siguió sufriendo los envistes del rival, mucho más consciente de lo que se jugaba en el encuentro. En el 39, de nuevo Oscar Rodríguez, de un zambombazo ponía el 2-0. Tras el paso por vestuario el Celta movió fichas y cambio esquema pero el resultado fue el mismo, la nada. El Leganés volvió a marcar: 3-0 En-Nesyri, conectaba un zurdazo desde lejos que entró pegado al palo izquierdo de la portería de Rubén. Fue entonces, cuando todo parecía perdido, que el Celta espabiló y mejoró su puesta en escena, recortó distancias Néstor Araujo y a pesar de quedarse con diez por la expulsión por doble amarilla de Gabriel Fernández apareció Iago aspas para de un genialidad suya poner el 3-2, y alimentar la esperanza. Aspas la tuvo en sus botas pero al final se quedó en nada. El Celta perdió y se queda en descenso perdiendo una oportunidad de oro. Pintan bastos.