Greta Thunberg Calzaslargas, por Pepe Belmonte
'Micromentario' de los lunes del catedrático de Literatura de la UMU para el programa Hoy por hoy
Murcia
La Thunberg
La opinión sobre la actitud de Greta Thunberg está dividiendo, incluso, a mis propios amigos. A los amigos de toda la vida.
Hay quien ha dicho, medio en broma, medio en serio, que a esta muchacha terminaremos por verla de ejecutiva en una compañía petrolera americana muy contaminante.
Otros aseguran que su modo de actuar, que sus declaraciones y sus rabietas –con esa cara de niña indomable a lo Pipi Calzaslargas– está consiguiendo lo que muchos políticos no han logrado jamás.
Greta, no me cabe la menor duda, tiene mucho garbo, y se ha convertido, sobre todo, a base de valentía, con un par, en un verdadero icono para esa juventud que después de tantas decepciones, ha terminado por no creer en nada.
En este mundo de la llamada sociedad líquida, con el fin de las ideologías y la muerte de dios, que diría Nietzsche, todos tratamos de agarrarnos a un clavo ardiendo. Y aquí, ya se sabe, no hay más cera que la que arde.
Pepe Belmonte