Las donaciones de órganos superan por segundo año consecutivo la media andaluza

Cádiz

Las cifras lo avalan y los profesionales de la sanidad lo acreditan. La cultura de la donación de órganos en la provincia sigue una tendencia creciente desde hace años en Cádiz. El número de donantes alcanza cotas por encima de la media y, sobre todo, aumenta la aceptación de las familias cuando tienen que decidir si su pariente, tras haber fallecido, se convierte en donante de órganos.

Según el coordinador de trasplantes del SAS en la provincia, Antonio Gordillo, desde hace años son testigos de cómo el número de donantes ha ido creciendo hasta el punto de situar a la región gaditana por segundo año consecutivo por encima de la media de Andalucía y del objetivo que se marca la Organización Mundial de Trasplantes para el año 2020, que son los 50 donantes por millón de población.

“Habitualmente, en años anteriores estábamos en casi 40 donantes y el año pasado llegamos a los 60. Este año, con 55, probablemente igualemos o superemos las cifras del ejercicio anterior, y eso nos sitúa por encima de la media andaluza y del objetivo de la OMT”.

En lo que llevamos de 2019, según datos del Sistema Andaluz de Salud, los hospitales de la provincia han registrado 55 donantes de órganos y tejidos, de los que 7 han sido solo de tejidos, y han llevado a cabo 89 trasplantes renales, 9 de ellos procedentes de donantes vivos. Además, se han realizado 37 trasplantes de córneas.

En esta tendencia al alza, explica Gordillo, tiene una importante influencia que las familias cada vez se muestren más favorables ante la donación. De hecho, según desvelan las cifras de la consejería de Salud y Familias, nueve de cada diez familias gaditanas dan su autorización para que sus parientes donen sus órganos y tejidos cuando fallecen.

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“Cuando el paciente fallece, se hace una entrevista a la familia para consultarles si quieren que se convierta en donante y la aceptación, cuando dicen sí a la donación, está rozando el 90%”, señala el coordinador.

El aumento en las donaciones no depende de un solo factor. Antonio Gordillo indica que otra de las condiciones que ha propiciado la mejoría de los datos es que “desde hace años se viene haciendo otro tipo de modalidad de donación, permitiendo que haya más personas que pueden ser donantes cuando se para el corazón”.

Y es que no todos los fallecidos pueden ser donantes; de hecho, solamente entre el 15% y el 20% de quienes aceptan serlo antes de fallecer pueden finalmente donar alguno de sus órganos o tejidos.

“Solo un muy bajo porcentaje de quienes fallecen lo hacen en condiciones que permitan la donación”, apunta el sanitario. “Cuando fallecen de una enfermedad, un tumor o una infección grave no pueden ser donantes”.

La necesidad no entiende de tendencias

A pesar de lo positivo de los datos y que, según Gordillo, “las listas han bajado bastante respecto a años anteriores porque tenemos más donantes”, continúa habiendo muchos pacientes a la espera de ese órgano que les permita seguir viviendo.

Los principales trasplantes que se realizan en la provincia son los de riñón, porque la insuficiencia renal es la más prevalente, seguido del trasplante hepático (hígado), el cardíaco y el pulmonar, en ese orden.

Por eso Antonio Gordillo insta a que los ciudadanos tomen más conciencia aún si cabe de la importancia de aclarar, en vida, su voluntad acerca de convertirse o no en donante de órganos.

“Nunca sabemos en qué parte vamos a estar, y somos nosotros los que podemos necesitar un órgano mañana mismo. Tenemos que estar concienciados para que se lo tengamos dicho a la familia y que conozcan nuestro deseo de ser donantes”.