'Riberando'
Jesús del Río nos lleva de recorrido virtual por las bellas riberas de nuestros ríos, que exigen ser cuidadas y respetadas por todos
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/YPJBQPF3JVOOPISBKLRNDTTK3I.jpg?auth=a76e074abfd885c2eff9d00d39e30a218949c9f0bde521d91a084acfd23afe34&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
undefinedJesús del Río
Aranda de Duero
Buen día. Las vegas de nuestros tres ríos -Duero, Bañuelos y Arandilla-, son parte muy importante de nuestro patrimonio natural, y contribuyen -en gran medida- a imprimir el carácter y la personalidad que nos distingue.
Como es sabido, el padre Duero viene desde los Picos de Urbión (Soria); y en él desembocan -en mitad de Aranda- los hijos: el Bañuelos (nacido en Arauzo de Miel), y el Arandilla (que mana en las afueras de Huerta del Rey), ambas localidades burgalesas. En sus orillas, y en las riberas de estos tres cauces que atraviesan distintos barrios de nuestra Villa, hay unas sendas que nos permiten -andando algo menos de dos kilómetros y con baja dificultad en todo tiempo-, pasear haciendo un recorrido en terreno casi llano por caminos de tierra apisonada y algunos puentes peatonales; y respirando aire puro, al tiempo que observamos la riqueza del entorno.
Seguro que supondrá una sorpresa para más de uno, que quizá no lo conozca, o solo en parte; pero lo cierto es que, desde hace un par de meses, un sencillo pero muy interesante folleto -editado por la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Aranda, con textos y fotografías de la Técnico municipal de esa sección sita en la Plaza Mayor, Mª del Carmen Núñez López, titulado ‘Senderos urbanos, de puente a puente’-, nos puede servir de pauta y acicate para andar por ellos, hacer ejercicio y empaparnos de la naturaleza que nos rodea. Así que, sin compromiso alguno -por supuesto-, pongan en marcha la imaginación, y siguiendo las instrucciones que -a través de la Radio- les transmito, les invito a acompañarme para hacer este virtual recorrido urbano, andando por las riberas de nuestros tres ríos, y que he bautizado con el nombre de 'riberando'.
Empezando desde la Plaza Mayor, y dando la opción de -previamente- visitar el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino (de sus construcciones), Ciavín, y el Museo de Juegos Tradicionales, nos ponemos en marcha –iniciando el 1º tramo- por la calle La Miel hacia la Iglesia de Santa María y su fachada gótico-isabelina (¡impresionante!), para continuar por la calle Cascajar hasta la plaza del Arco Pajarito. A un lado, en la rampa de bajada a orillas del Bañuelos (donde se halla la entrada posterior de la Bodega municipal de ‘Las Caballerizas’) -2º tramo-, se continúa paseando por la vereda hacia el puente medieval de Las Tenerías, sito al pié de la Iglesia de San Juan y su torre (ahora Museo Sacro), y la Casa de Las Bolas (Museo pictórico), que dejamos a la izquierda, en lo alto del mirador.
Unos pasos más allá, el Bañuelos desemboca en el río Duero -3º tramo-, en el parque fluvial del Barriles, territorio de aves palmípedas y pájaros; zona de ocio con kiosco y embarcadero; y jardines con modernas esculturas expuestas al aire libre, por los que avanzamos hasta llegar al Puente Mayor (o del Ayuntamiento); emblemático en el escudo municipal. Es originalmente del siglo XII, aunque después ha sido reconstruido y ensanchado, y cuenta con las famosas barandillas, datadas al final del siglo 19. Se sigue paseando por lo que ya sería el tramo 4º, por la senda que transcurre al lado de las columnas que sostienen el edificio del Teatro-Cine Aranda, casi frente al cual desemboca el Arandilla en lo que antes se denominaba ‘La Viga’, zona de baño de antaño, muy peligrosa.
Seguimos avanzando -a partir de aquí, tramo 5º- por un amplio y casi llano sendero, atravesando –por debajo- el popularmente llamado Puente Bigar (empresa que lo construyó), entre la iglesia y el colegio Claret, para desembocar en el lugar de ‘La Isla’. Junto al Arandilla y su ribera, hay una amplia zona de recreo, que llega hasta el edificio de lo que fue un antiguo molino -movido por agua desviada del cauce-, que cae en pequeñas cascadas, al lado de la propiedad municipal que se está rehabilitando para centro joven de arte. Más allá, y atravesando una pasarela peatonal sobre el río, se desemboca -ascendiendo suavemente algunos metros- a una zona despejada que -a la izquierda- nos conduce hasta el Puente Conchuela, habitual acceso al paraje de Cantaburros, punto de partida de distintos caminos rurales: a la ermita de San Pedro, La Calabaza, La Colonia, orilla del Duero, etc. El Puente Conchuela, aunque ha sido remodelado y reforzado, conserva su recio aspecto medieval, tan representativo. Es el final de este recorrido urbano, desde el que retornar al casco histórico cercano, o de volver por los senderos descritos, haciendo ‘doblete’; a elegir.
Muy importante también es el destacar que -en el folleto municipal de nuestra referencia-, se detallan aspectos de la riqueza de la flora y fauna en cada uno de los tramos. Hay, además de las cigüeñas de los nidos de Sta. María, la colonia de patos y las especies piscícolas, muchas otras que se pueden avistar –si nos acompaña la suerte-: gorriones, golondrinas, palomas, algún águila, lechuzas de noche, martÍn pescador, cormoranes, garzas, mirlos, ranas, mariposas, etc., e incluso alguna nutria, según la época del año. En cuanto a la vegetación, los árboles de ribera lucen una gran variedad de coloridos, según las estaciones; aunque también hay especies acuáticas en las orillas y en el entronque de los tres cauces; hay adornos florales y amplia variedad de arbustos, como majuelos -con sus macucas rojas-, romeros, lavandas, endrinos, etc. Todo un gran espectáculo, el de la naturaleza, alrededor de nuestros tres ríos, y para nuestro disfrute, pero…
Pero es imprescindible respetarlo y cuidarlo, haciendo un uso sostenible, objetivo tanto de los ciudadanos como de las administraciones públicas. Precisamente, en un anterior pleno ordinario, el grupo municipal de IU planteó una moción -que salió aprobada- que iba dirigida a preservar el buen estado del Duero, Bañuelos y Arandilla, como parte importante del patrimonio natural de Aranda; y para dar forma y mejorar el parque fluvial con la creación de dos playas y la ampliación de la vereda del Bañuelos. Para todo lo cual se buscará la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Duero y la Junta de Castilla y León con el Ayuntamiento, imprescindible para poder aumentar su puesta en valor; y objetivo -seguro- de todos los arandinos.