Odio que te odio, banco

Jerez de la Frontera

En toda vida empresarial llega un momento en que hace falta tirar de recursos financieros que permitan el desarrollo del negocio.

Casi siempre es en las etapas iniciales, cuando abres. Si por suerte no ha sido así, y has conseguido esquivar a los bancos con recursos propios o financiaciones alternativas.

Pero me temo que al final todos terminando cayendo en ese abismo donde el tipo de interés marca la decisión por cosas del destino. Y aquí no importan las ganas, los deseos y las personas. Sino tus declaraciones, los beneficios y los avales.

Entidades que alardean de obras sociales que solo son lavados de cara.

Aunque te empeñes en crear un mundo más justo donde consigues trabajar gracias a tu esfuerzo, entran en juego otras fuerzas bancarias, que yo calificaría como fuerzas del mal, que hace que tus días se vuelvan grises y tristes. Ya que ves que tu dinero que tanto te ha costado conseguir se va por el coladero del préstamo bancario al que te atas sin remedio.

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Menos mal que existen otras formulas empresariales que te pueden financiar como Coop57 donde el valor humano es tan importante como el financiero.