El Raal espera la lluvia... de ayudas
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Foto: Cadena SER
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Murcia
Han pasado dos meses. El pueblo se inundó por dos sitios: uno por la crecida del río y las acequias llenas y otra, directamente, por la rotura del cauce. Llegamos a la pedanía y en la plaza de la iglesia, aquel día llena de soldados, policías y emergencias, hoy una mujer riega la puerta de su comercio con una manguera. El agua corre en dirección hacia la carretera como aquella noche , pero es un hilo minúsculo, "que no asusta como el de aquel día". El mismo agua que esa noche lo manchaba todo de cañas y barro hoy lo limpia y se va tranquilamente por un desagüe.
Esta mujer recuerda aquel día y aquella noche de lluvias como si fuera ayer: "no te puedes imaginar cómo estaba esta plaza... había gente por todos sitios: camiones, ambulancias, policías, bomberos. El cura abrió la iglesia para quien necesitara quedarse. Había gente que le había entrado un metro y medio de agua en las casas". "Espero que ahora les lleguen las ayudas", dice.
Y ese es el sentir general. Muchas personas vieron inundadas sus casas y perdieron muebles, electrodomésticos y otras pertenencias. 367 personas de la pedanía han sido atendidas en la oficina de atención al ciudadano. Solo en el ayuntamiento de Murcia han sido atendidas 108 solicitudes de ayuda. En el pueblo, da igual si eres afectado o no, hay una demanda común: "que lleguen las ayudas".
En un bar del pueblo, la vida sigue igual. Dos vecinos bromean con "tomar un bocadillo de rabo de toro", otro mira distraído el periódico. Me acerco a dos vecinas que toman café mientras ven en el telediario de la 1 las imágenes de las inundaciones de Venecia. "Ay que miedo nena", dice una con un fuerte acento murciano. Me cuentan tristes historias de aquella noche y que pude comprobar en los días siguientes cuando pasé por el pueblo: La familia que perdió todos sus coches en el garaje, el padre y el hijo que tuvieron que salir nadando de su casa... y otra vez la misma frase: "Están pagando las reparaciones con su dinero porque la vida tiene que seguir. Pero si luego no llegan las ayudas lo van a pasar mal".
Familiares, amigos, vecinos, conocidos... las dos mujeres conocen a todo el pueblo y se despiden de mí con una frase: "Todo el mundo en el Raal sigue esperando soluciones". Aunque ya no se vean los desperfectos -que no se ven en el paseo que me doy por el centro- el moho empieza a correr por las paredes de muchas casas. El agua, ya está mostrando sus consecuencias.
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Javier Ruiz Martínez
Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación en la SER. Trabajo en el mejor trabajo del mundo:...