Un bellissimo novembre de 2014 en el Camp Nou

Este sábado el Celta juega en el Camp Nou. Será nuevamente en noviembre y será nuevamente en sábado. Cinco años y ocho días después de aquel histórico partido del Celta de Berizzo logrando romper una racha de no saber lo que es ganar en el Camp Nou. Y hay que viajar 78 años en el tiempo hasta el 12 de octubre de 1941 para poder recordar la última y única victoria del Celta en Les Corts. A partir de aquel triunfo histórico, 73 años de sequía, de páramo, de desierto y de empates con sabor a victoria o derrotas por la mínima que incluso sabían bien. También de goleadas merecidas y otras dolorosas. Pero Berizzo lo cambió todo y planificó aquel partido como si de una eliminatoria de Libertadores se tratase. Llegada el viernes por la mañana a Barcelona, entrenamiento por la tarde, concentración larga el sábado y partido a las 20:00 horas. Aquel Celta de Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny, Radoja, Krhon Dehli, Tucu, Orellana, Nolito y Larrivey se lo creyó. Se lo creyó tanto que después de aguantar la primera parte ante un Barcelona que ganaba todo en casa y no perdía ni en el Gamper, se animó a ser un poco más vertical. Lo hizo aprovechando las segundas jugadas que podían emanar de las segundas jugadas de la cabeza del Tucu y de la de Larrivey. Y así llegó un ataque relámpago del Celta que pasará a la historia por la genialidad del taconazo de Nolito y la definición de Batigol. Era el minuto 55 y había que aguantar las embestidas blaugranas. Y así fue. El Celta lo consiguió. Incluso, por aquello de Berizzo y la cantera, además de Charles Días, saltaron al terreno de juego los canteranos Borja Fernández y Levy Madinda. Una victoria histórica de la que se cumplen 5 años y unos días antes de que el Celta de Escribá visite de nuevo el Camp Nou. También en noviembre.

Nos recuerda a aquella maravillosa película de Mauro Bolognini con la impresionante Gina Lollobrigida y el joven Gabriele Ferzetti. La historia regada por la música envolvente de Ennio Morricone nos cuenta la llamada del primer amor o del enamoramiento casi imposible del joven e imberbe Nino. Un amor con la madura y experimentada Cettina. Todo sucede en las laderas del Etna, en un salón burgués de Catania en los años veinte. La diferencia de edad, aquel amor imposible, aquel objetivo inalcanzable que dejaban los pensamientos de Nino en sueños. Pero al final, se convierte en un amor correspondido aunque con muchas dificultades. El imberbe Celta de Berizzo también logró aquella tarde de 2014 que hubiese un amor a primera vista entre el técnico y la afición; que lo que parecía un objetivo absolutamente imposible se convirtiese en posible porque, para que las cosas sucedan primero hay que soñarlas. Lo hizo Nino y lo hizo el Celta. Fue un Bellissimo Novembre... de 2014. Ahora que ya tenemos la experiencia de cinco años de amores y desamores, ojalá viviamos otro Bellissimo Novembre el próximo día 9 a las 21:00 horas. Será en noviembre y habrá que soñar con la victoria para que suceda.