El manicomio del terror en Tragacete y la invasión de Halloween en Cuenca

Llega la festividad de Todos los Santos (1 de noviembre) y del Día de Difuntos (2 de noviembre), tradiciones muy arraigadas a nuestra cultura, sobre todo la de recordar a nuestros seres queridos ya fallecidos. En muchos lugares del mundo también se celebra esta festividad y de maneras muy diferentes, incluso como una fiesta de color, comida, disfraces y bailes tradicionales. Son costumbres que en España han calado hondo de un tiempo a esta parte y hemos variado la forma de vivir esta festividad, sobre todo la víspera a esas fechas. Pero quizá el origen de esas celebraciones no esté tan alejado de las nuestras. Lo contamos en este programa de Misterios Conquenses con Sheila Gutiérrez y Miguel Linares, que emitimos los martes en Hoy por Hoy Cuenca, y en el que hemos contado también cómo será el pasaje del terror que se celebrará la Noche de Halloween (el 31 de octubre) en Tragacete con su alcalde Diego Yuste que nos ha acompañado en la radio. Este jueves 31 de octubre, en la Noche de Halloween, y aprovechando el día festivo del 1 de noviembre, el Ayuntamiento de Tragacete organiza un pasaje del terror en las dependencias del antiguo cuartel de la guardia civil. La cita es a partir de las 19.30 h y tiene un coste de tres euros. En el interior del pasaje los atrevidos participantes se encontrar con la recreación de un manicomio con una decoración especial y con unos pacientes y médicos poco cuerdos. Lo interesante de este evento es que no será un recorrido al uso sino que, desde la organización, se han previsto hasta tres representaciones teatrales en el interior para hacer más interesante el recorrido. Con esta actividad el Ayuntamiento de Tragacete pretende ofrecer un recurso más a los visitantes y proponerles que alarguen la estancia en un pueblo ya de por sí con varios atractivos turísticos sobre todo de naturaleza y paisaje. Como complemento a esta actividad de la Noche de Halloween, Sheila Gutiérrez y Miguel Linares realizarán al día siguiente, el viernes a las 11.30 h, una visita por Tragacete para conocer el origen del pueblo, sus leyendas, algunos episodios de la guerra civil o la historia de sus minas de sal. La Iglesia celebra la fiesta de Todos los Santos el 1 de noviembre, jornada festiva en España y en muchos países católicos. Al día siguiente se celebra el Día de los Fieles Difuntos, una fiesta por aquellos que, habiendo superado el Purgatorio, se han santificado totalmente, han obtenido la visión beatífica y gozan de la vida eterna en la presencia de Dios. Es una celebración en la que se acude a iglesias y catedrales ya que es un día de celebraciones de misas y exhibición de reliquias de algunos santos. La circunstancia de que el día anterior sea festivo confunde el día de los muertos con el primero de noviembre. La celebración es una fiesta dedicada a los difuntos y su objetivo, en la mayoría de culturas, es el de calmar, apaciguar y ayudar a encontrar el camino a los muertos más recientes que vagan aún por la tierra sin encontrar el lugar de reposo. Es una celebración que se realiza en muchos lugares del mundo, en algunos lo viven como una fiesta donde recuerdan a sus seres queridos llenando su tumbas de flores, regalos, comida y objetos que al difunto le gustaban. Ofrendas que hacen que la estancia en el otro lado sea más llevadera y para que sepa que los que aún siguen vivos le recuerdan y quieren. Las diferentes formas de celebrar este día tiene que ver mucho con la cultura, al significado que le damos a la muerte y como vivimos ese momento. En España contamos con la tradición muy arraigada de venerar a nuestros muertos en el lugar donde han sido enterrados. En estas fechas vamos al cementerio para rezar por las almas de aquellos que ya no están, se acicalan las tumbas, se limpian, se encienden velas y se renuevan las flores ya secas o deterioradas por las inclemencias del tiempo. Es un día de reunión de la familia que de algún modo visita el lugar donde se encuentran los restos de los que partieron. En algunas ciudades, y según cual sea nuestra creencia, esta visita no se limita a estar un rato, rezar y volver a casa, si no que están durante todo el día, desde la mañana a la tarde, momento en que las puertas cementerio cierra y allí vuelve a reinar la soledad. Muchos lugares de la geografía conquense conservan tradiciones antiquísimas. Como uno de los muchos ejemplos podemos destacar Fuentelespino de Moya donde se creó una cofradía, incluso hay registro de que fueron visitados en una ocasión por el obispo en 1583. La Cofradía de las Ánimas estaba formada únicamente por hombres y su objetivo era el de recaudar dinero para diferentes gastos, cera para velas, misas para el descanso de todos los difuntos de la población, y algo muy importante para cubrir los gastos de enterramiento de algunos cofrades y también para los declarados como pobres. Era también una tradición arraigada en muchos pueblos de la provincia que el párroco enviara a los monaguillos a pedir limosna para celebrar misas por los difuntos y que las campanas doblasen en esos días para alejar el peligro. Y algo que nos ha llamado la atención, la costumbre de que durante la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre no debía salirse a la calle, por temor de encontrarse a las almas del purgatorio. Tampoco se debía cazar o matar animales el día 2 de noviembre y un ritual muy curioso como el de echar sal al fuego, a la lumbre, y cuando esta chisporroteaba, era porque se creía que así aplacaba el sufrimiento de los difuntos. Y vamos a centrarnos en Halloween que solo con nombrarlo ya nos viene a la mente calabazas, historias de terror, disfraces. Pero su origen no es tan terrorífico. El significado literal de Halloween es el de víspera de Todos los Santos y tendríamos que hacer referencia al origen precristiano de esta festividad y reconocer las similitudes de algunas de sus costumbres, practicadas en pueblos de nuestro país, danzas, cánticos, incluso disfraces. La víspera del Día de Todos los Santos, tiene su origen en el antiguo festival celta conocido como Samhain donde su significado hace referencia a las celebraciones que se realizaba al final del verano y de las cosechas, dando paso al año nuevo, coincidiendo con el solsticio de otoño. Una noche donde se creía que los espíritus de los difuntos caminaban entre los vivos, y se realizaban fiestas y ritos sagrados que incluían la comunicación con los muertos. También era costumbre en ciertas partes de Escocia e Irlanda. Durante el Samhain los celtas usaban máscaras e intercambiaban sus vestimentas para confundir a los espíritus de los muertos, encender velas en nabos tallados y cuando los irlandeses emigraron a Estados Unidos importaron esta tradición. Por eso decíamos que Halloween tiene mucho más en común con nuestras costumbres de lo que pensamos y es que cuando el Cristianismo se extendió en Europa, la Iglesia Católica intentó erradicar los rituales paganos. Roma tuvo que mostrarse indulgente para atraer a los fieles a las iglesias. El papa Gregorio IV en el año 837 propició el que la festividad del Día de Todos los Santos, del 13 de mayo, coincidiera con la festividad de Samhain, en octubre. Roma también permitió que la gente se disfrazara de ángeles, santos o demonios. Así que al final es una mezcla de celebraciones parecidas entre sí pero con un significado común. Entendemos que lo importante no es perder la costumbre de recordar a nuestros difuntos aunque no solo se debería limitar a un día señalado en rojo.