El Real Murcia deja volar los tres puntos de Nueva Condomina ante el Atlético Sanluqueño

Murcia

La derrota contra el Don Benito tenía que quedar en el olvido y el Atlético Sanluqueño era la víctima perfecta para un Real Murcia que tenía en la mente el doble enfrentamiento contra la Balompédica Linense. El primero, de liga, en La Línea en liga. El segundo, en Nueva Condomina, de Copa Federación y con el billete para la Copa del Rey.

Mal comenzó el partido. Madrigal atrapó un balón en el área y asistió para que Geijo batiese con facilidad entre los defensas a Tanis Marcellán. El de San Sebastián entró de inicio porque Lejárraga notó molestias y vistió la camiseta con la ya reconocible defensa de cinco con Álvaro Rodríguez, Armando, Antonio López, Edu Luna e Iván Pérez. Manolo y Meseguer en el centro, con Peque y Marcos Legaz en las bandas y Chumbi arriba.

Y ahora tocaba darle la vuelta. El Atlético Sanluqueño se plantó atrás con línea de seis y esperando una contra que casi llega en el minuto 30 cuando Madrigal estrelló un balón al larguero y justo después la echó fuera a portería vacía. La tan numerosa acumulación atrás del conjunto gaditano obligó al Real Murcia a compensar con más hombres arriba y a intentar tiros lejanos como el de Armando que tuvo que despejar Isma Gil.

Álex Melgar entró tras el descanso por Marcos Legaz y con él cambió la colocación en el césped. El encuentro lo paraban los blanquiverdes una y otra vez y la grada empujaba a un Murcia con garra y sin ocasiones. El que sí la tuvo, por un error en la marca de Iván Pérez, fue David Segura que batió a Tanis sin agobios para hacer el 0-2.

Entonces el Real Murcia acorraló a los de Sanlúcar con un centro tras otro hasta que Álex Melgar intentó rematar un centro de Iván Pérez y cayó al verde. Penalti para el Murcia que no falló Chumbi. Todavía quedaban 20 minutos para soñar. Edu Luna abandonó el terreno de juego para dejar hueco a Andy Escudero. Más leña al fuego.

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Nueva Condomina apretaba sin ocasiones claras para los granas. En el minuto 80 Armando vio la segunda amarilla y la última apuesta de Adrián Hernández fue la de Dorrio por Peque. Luchaban por cada centímetro del terreno de juego con multitud de pases cortos y centros al área. Pero el electrónico no se movió más. Segunda derrota consecutiva de un Real Murcia que se enfrenta al primer momento decisivo de la temporada.