Miguel Ríos: "El Himno de la Alegría fue una epifanía para mí"
El rockero granadino conversa con el periodista Luis Alegre sobre momentos de su carrera artística
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Miguel Ríos en el Teatro del Mar de Punta Umbría antes del inicio de su charla en el Congreso del Bienestar y la Música. / Cadena SER
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Punta Umbría
"Yo podría haber sido feliz siendo dependiente en Granada", afirma Miguel Ríos. Y, sin embargo, hoy es una de las figuras más reconocibles del rock español. Tanto que su "Himno de la Alegría" se convirtió en un símbolo de la paz en Estados Unidos en tiempos de la Guerra de Vietnam. "Para mí fue una epinafía", ha explicado el cantante granadino en su charla con el periodista Luis Alegre, en la segunda de las charlas del Congreso del Bienestar y la Música de la SER del sábado.
A lo largo de una hora de conversación con el periodista Luis Alegre, el artista ha recordado momentos concretos de su carrera, entre ellas, cómo se gestó esta canción. Recuerda que fue el "azar" y que se sorprendió cuando en su casa discográfica le propusieron hacer esta versión de la Novena Sinfonía de Beethoven, en un momento, 1970, en el que él era completamente ajeno a la música clásica. Sin embargo, el Himno de la Alegría fue todo un éxito que pronto rompió la barrera nacional y triunfó en distintos países, entre ellos Estados Unidos.
Su personalidad inquieta y sus bromas han sembrado la charla de risas del público, que también lo han escuchado cantar varias estrofas de distintas y contar muchas anécdotas. Entre ellas, ha narrado cómo fueron sus inicios en la música. Cómo a raíz de un concurso en Radio Granada, con apenas 17 años, un viajante de Philips le buscó en la tienda de discos en la que trabajaba para proponerle grabar un disco. Y, luego, ante la espera que se alargaba para poner en marcha ese proyecto, se fue a Madrid en pleno agosto para buscar a esta persona.
Su amor por el rock, sus problemas con las drogas ("me he drogado mucho en mi vida pero nunca para trabajar porque siempre he tenido mucho respeto a la música") o sus vida actual ha formado parte de esta cita, que ha concluido con el público que abarrotaba el patio de butacas en pie. "La única cuenta que tengo con la vida es que debería ser como Benjamin Button", ha bromeado cuando le han preguntado por sus proyectos actuales. Así que, tras dejar los escenarios en 2010, ahora se dedica a escribir y contar sus experiencias para ver "cómo puede ser el blues de la tercera edad".