Finalizadas las obras del Hospitalillo minero del pozo Viejo en Lillo del Bierzo
La intervención ha impedido que el edificio, que amenazaba ruina, se
Ponferrada
La Junta de Castilla y León ha recepcionado las obras realizadas por la empresa Bideal sociedad cooperativa para la conservación y mantenimiento del Hospitalillo del pozo viejo, ubicado en Lillo del Bierzo. Más de 32 mil euros se han invertido en este proyecto que ha incluido el arreglo de la fachada e intervenciones en la estructura del tejado. Se ha tratado de atajar el estado de ruina del inmueble, especialmente de su cubierta así como en el apuntalamiento de los elementos que ponían en riesgo la estabilidad estructural del edificio.
La alcaldesa, Mari Paz Martínez Ramón, manifestaba su satisfacción por lo que supone ir poco a poco recuperando una serie de baluartes mineros que permitirán abarcar el prisma completo de la vida de las cuencas mineras a cualquier visitante.
Pozo Viejo
El área industrial denominada Pozo Viejo está ubicada en la localidad de Lillo del Bierzo. Se trata de un grupo minero de extracción vertical que estuvo en funcionamiento desde los primeros años del S. XX hasta mediados del siglo, cuando comenzó la actividad del Pozo Julia.
Se desarrolla a partir de un castillete, con su embarque y la casa de máquina, que constituyen las piezas más antiguas del grupo y que ha sido restaurado por la Dirección General de Patrimonio en 2017. Junto a ellas se encuentran un inmueble residencial, que responde a la tipología de cuartel, de planta rectangular y una sola altura, y otro edificio de gran desarrollo en altura que albergaba las oficinas de la empresa.
Algo más alejado del castillete, se localiza un grupo ordenado de edificaciones promovidas en la década de los cincuenta del siglo pasado, organizadas en torno a calles amplias, en las que los edificios se distribuyen según su función residencial o dotacional. A este último uso pertenecen talleres y almacenes, una estación de servicio, garajes y un muelle de carga, así como los dos inmuebles más representativos de esta parte dotacional; el sanatorio médico (conocido como «hospitalillo») y el economato de la empresa.
El hospital es uno de los edificios más significativos de este conjunto, perfectamente equipado con todo lo necesario para atender a los accidentados o a aquellos afectados de dolencias propias derivadas del trabajo, que ofrecía además servicios de medicina preventiva y contaba con sala de operaciones propia.
La visita de la Jefa del Servicio de Cultura y Patrimonio, Amelia Biaín, también ha servido para asumir la necesidad urgente de destinar una partida para reparar la cubierta de otro edificio, el Economato, cuyo techo presenta importantes desperfectos.