La Cultural del gol, contra su sequía en Merkatondoa

León

El primer contacto de la temporada con la hierba sintética no alterará el plan de trabajo habitual en el seno de la Cultural, aunque en el presente curso el hándicap de la superficie lo será menos ya que solo tres equipos (Izarra, Guijuelo y Haro Deportivo) juegan sobre césped sintético. Sin embargo, la primera mirada a Merkatondoa, el terreno de juego del CD Izarra, arroja una estadística llamativa: en seis visitas al feudo navarro, la Cultural nunca ganó y nunca marcó. Es, por lo tanto, uno de las salidas históricamente adversas para el cuadro leonés.

Dispone de munición José Manuel Aira para acabar con el gafe en sus viajes a Estella, ya que presume de batería de goleadores en su plantilla. Nueve jugadores (Iván González, Benito, Luque, Dioni, Kawaya, Gudiño, Rodas, Pichín y Menudo) han visto puerta hasta impulsar a los blancos a unos números sobresalientes (18 tantos en 7 partidos). Ahora apuntan a Merkatondoa, que se le resiste desde que en 1995 se disputara el primero de unos duelos en el fortín blanquiazul con particulares intrahistorias.

Allí empezó el calvario de Leandro Montagud cuando en 2015 la rodilla quebró en su mejor momento como culturalista y que, a pesar de los intentos por esquivarlo, le llevó al quirófano semanas después. En otro 0-0, junto al 1-0 el resultado habitual de estos enfrentamientos, Merkatondoa ovacionó en su retirada del campo a un futbolista del equipo rival, un joven y llamativo interior que, debido a los problemas de torticulis de Julen Colinas, encontró un hueco en la alineación de Rubén de la Barrera. En aquella calurosa tarde de septiembre en la que el Izarra de "Pito" Camacho defendía el liderato los focos le terminaron apuntaron. Se llamaba Toni Villa.