La llama de Burning se apaga en La Riviera 45 años después

Madrid

A las ocho y media de hoy sábado se va a decir adiós en La Riviera. Este no es un adiós cualquiera, tampoco es uno fácil. Son 45 años de rock en los escenarios, más de 2.000 conciertos... hoy acaba algo más que la historia de una banda de rock de la Elipa, es la historia del rock en nuestro país, es la última vez que BURNING se enciende. Su última función y va a ser en Madrid.

“en realidad sí se acaba algo: los conciertos de Burning, pero las lágrimas las dejamos para las cosas importantes y las tragedias. Esto es una cosa más”.

Uno nunca sabe por dónde se acaba un concierto, por donde te va a llevar. “el domingo estaré echo polvo y cuando empiece una nueva historia será el lunes”. Y es que para Johnny un concierto te eleva.

En el Madrid de hoy en día, el que conocemos abierto y acogedor puede que no nos llame la atención, pero en el año 1974 ser transgresor es una cuestión filosófica y vital y hay que imaginar a unos chicos con sus zapatos de plataforma, sus vestimentas de cuero y cantando canciones que aquí solo unos pocos conocían. Ellos eran los Burning y estaban abriendo una brecha en esa España tardo franquista que marcaría a mucha gente.

Ahora que Burning dice adiós, Franco está a punto de ir hasta Mingorrubio “A ver qué pasa esa noche ahora que nos hemos decidido a sacar a la momia”.

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Burning le cantaba a los chavales de barrio como si cada letra de canción fuera para ellos. En sus inicios quizá no se llevaban dinero, pero se llevaban los platos, los altavoces… “Nos ha pasado diferentes veces que el tío que nos tenía que pagar <<se acababa de ir>>”

“Lo mejor que me ha pasado en mi vida es el rock and roll y sigo enamorado. En esta vida tienes que tomar decisiones, aunque las pagues. Hay que dejar Burning”.

Ha llegado el momento de dar volantazo, pero ¿qué carretera tiene delante Burning? Sea cual sea el camino seguro que sigue lleno de música y de rock and roll.