Un ERE supuestamente voluntario marcado por las presiones
La CIG denuncia que el Santander coacciona a mujeres con jornada reducida e hijos a cargo
A Coruña
Las protestas por el desmantelamiento del Banco Pastor tras la compra del Popular por parte del Santander han vuelto al Cantón con denuncias de presiones a los trabajadores para que acepten entrar en un expediente de regulación de empleo que está en período voluntario. La mayor parte de las personas que sufren presiones son mujeres, con poca antigüedad y jornadas reducidas, lo que supone una discriminación de género. Delegados sindicales de la CIG se han concentrado esta mañana frente a la oficina del Banco de Santander. Con referencias a Ana Patricia Botín, que, dicen, no es feminista, es oportunista.
Según los cálculos del sindicato hay más de doscientas personas afectadas por esta situación en Galicia al margen de los que resulten afectados por los despidos cuando acabe el período supuestamente voluntario. Buena parte de los trabajadores que están siendo contactados por la dirección del Banco son mujeres con reducción de jornada por hijas e hijos menores.
Rosa Conde, representante de la CIG en el Banco Santander
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Asegura la portavoz sindical que a muchos trabajadores mayores de 50 años con cargos intermedios que no se están adhiriendo al expediente se les está trasladando a atención de ventanilla o a desarrollar cometidos por debajo de sus funciones habituales.