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MADRID HISTÓRICO

El Rastro de Madrid

Es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad y cuenta con una historia que seguro muchos de los que nos siguen desconocen. El Rastro de Madrid se inicia en el siglo XVIII como un mercado alternativo al comercio tradicional y desde entonces no se ha movido de su naturaleza inicial ni de su lugar

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Madrid

Como nos cuenta nuestro invitado José Antolín Nieto, profesor de Historia Moderna de la Universidad Autónoma de Madrid y experto en la historia y curiosidades del rastro madrileño, éste nace entre los años 1720 y 1740 junto a los antiguos mataderos de Madrid. El propio nombre, Rastro, viene precisamente de los rastros de sangre que dejaban sobre el suelo los animales sacrificados. Un aspecto nada halagüeño que luego ha servido de nombre para el resto de mercadillos de porte similar que se han extendido por toda España.

En la calle Toledo y en sus alrededores se fueron asentando los comerciantes de segunda mano que eran expulsados del mercado existente en la Plaza Mayor debido a que su género parecía competir o no encajaba con la línea comercial que se quería ofrecer en el mercado central de la ciudad.

Es cierto que el Rastro no es el mercado popular más antiguo, quizá el mercado dels encants de Barcelona lo sea, nacido uno o dos siglos antes, sin embargo el de Madrid es el único que no ha cambiado de ubicación desde entonces.

Mercado de trabajadores

La esencia de ser un mercado de artículos usados o de saldo es la misma que tuvo en origen en el siglo XVIII. Además, venía a cumplir una necesidad que muchos madrileños que trabajaban o estaban en otros menesteres el resto de días de la semana, de lunes a sábado, no podían ir al mercado, por lo que se decidió abrir el Rastro también en domingo para que todos los que quisieran hacer sus compras. Esta situación de la España preindustrial es la que hizo proliferar al Rastro y convertirlo en un referente de comercio popular y local en la ciudad de Madrid. Finalmente, la fecha de domingo es la que permaneció como única en su apertura comprobando que ese día la afluencia de compradores era dos o tres veces mayor que la de otros días de la semana.

 
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