La pianista Amparo Iturbi
Redescubrimos a la gran pianista valenciana en el cincuenta aniversario de su muerte y de la rotulación de su calle en València

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Valencia
Hace ahora 50 años, en 1969, València estaba experimentando en sus carnes un auténtico boom urbanístico ligado al auge económico del desarrollismo y al éxodo rural que inundó en varias oleadas la periferia de nuestra ciudad. Decenas de miles de emigrantes llegados principalmente de las provincias limítrofes de Teruel, Cuenca, Albacete y Murcia se instalaron en el extrarradio de la urbe, en barrios que empezaron a crecer de manera incontrolada.
Una de las pastillas de terreno entonces todavía virgen, formado por huertas y pequeñas alquerías diseminadas, estaba situada en el barrio de Malilla, entre el camino de tránsitos y la desaparecida vía férrea de Jesús a Nazaret. Allí se empezaron a levantar zonas residenciales de edificación abierta según el plan de ordenación de 1966, y entre las nuevas manzanas, un viario condicionado por la preexistente carrera de Malilla y la recién diseñada salida sur. Las calles y plazas recién surgidas en el barrio de Malilla fueron rotuladas con los nombres del ingeniero Joaquín Benlloch, el ceramista Gimeno o la pianista Amparo Iturbi, entre otras.
La calle de Amparo Iturbi es, con toda seguridad, una de las más impertinentes de la ciudad. Su trazado, con inicio en la calle de San Vicente y final en Ausiàs March, se ve interrumpido por las vías del ferrocarril a la altura del famoso edificio Iturbi. La deficiente numeración de la calle, los numerosos solares todavía sin edificar y la precisión de los dispositivos GPS hacen el resto, convirtiéndola en un galimatías para taxistas, repartidores y nuevos allegados, obligados a hacer y deshacer la ruta del scaléxtric para poder llegar a su destino.
El actual tramo inicial de la calle, entre San Vicente y las vías férreas, formó parte del camino de tránsitos, desde su construcción en el siglo XIX, hasta que se erigió el paso superior de Giorgeta. La avenida de Peris y Valero atravesaba entonces la línea del ferrocarril por un paso a nivel y entroncaba con San Vicente ortogonalmente a través de dicho tramo, que a partir de 1969 sería denominado, calle de la pianista Amparo Iturbi.
Amparo Iturbi es la más ilustre pianista valenciana de todos los tiempos. Hermana del también universal músico José Iturbi, nació en València en 1898, en el seno de una familia de pianistas de origen vasco. Con tan solo 15 años debutó en Barcelona, y con 27 dio su primer gran concierto en París en una gira que junto a su hermano José le llevaría por toda Europa. En 1937 aterrizó en los Estados Unidos, donde triunfó interpretando a Granados, Albeniz y Falla, y se convirtió en la pionera en exportar la música española al Nuevo Continente. Tocó el cielo del Carnegie Hall, grabó decenas de discos y participaba en programas de radio y películas de la Metro Goldwyn Mayer. Amparo llegó a ser la gran dama del piano de su época pero nunca perdió sus raíces valencianas. Instalados en Beverly Hills, mandó construir un chalet con forma de barraca. Allí hablaba valenciano con su hermano y su hija, y cocinaba paellas los días de fiesta. Y allí murió, un 22 de abril de 1969. Meses después, València perpetuaría su memoria en la calle que hoy lleva su nombre en el barrio de Malilla, la calle de la pianista Amparo Iturbi.