Los colectivos memorialistas exigen a la Junta que decrete ya la exhumación de Queipo de Llano

Sevilla

La sentencia del Supremo que avala la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos ha reabierto en Sevilla el debate en torno a la polémica tumba del general Gonzalo Queipo de Llano, ubicada en la Basílica de La Macarena. Al genocida se le atribuye la responsabilidad de más de 14.000 muertes de civiles solo en Sevilla durante el levantamiento militar de 1936.

Los colectivos memorialistas de la provincia anuncian un "otoño de movilizaciones". La presidenta de la asociación Nuestra Memoria, Paqui Maqueda, explica que "los familiares de las víctimas del franquismo no cesarán en la lucha hasta que la Junta de Andalucía elabore el decreto que ordene la exhumación" y cumpla así con la Ley de Memoria Democrática de Andalucía, vigente desde hace tres años. El artículo 32 de la citada norma autonómica prevé que "cuando los elementos contrarios a la Memoria Democrática estén colocados en edificios de carácter privado con proyección a un espacio o uso público, las personas propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos”. Maqueda insiste también en la responsabilidad del Ayuntamiento de Sevilla en este asunto, "que debe igualmente hacer cumplir la ley".

Tras las declaraciones a Radio Sevilla del hermano mayor de La Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, que insiste en que la norma no les obliga a la exhumación de los restos, Maqueda recuerda que la hermandad "no solo tiene la obligación legal, sino también ética, de sacar al genocida del templo".