"Mi hijo tiene dos años y medio y ya espera a su cuarto pediatra"

Madrid

Tiene apenas 30 meses, pero ya conoce más pediatras que primaveras. El que pone voz a la denuncia es su padre, Víctor Arribas, presidente de la Asociación de Vecinos Barrio del Cid. Él, y otros padres y madres de la localidad, se han hartado de la rotación de profesionales en el único centro de salud de Navalcarnero y han escrito ya al Ayuntamiento, la Consejería y los grupos parlamentarios en la Asamblea de Madrid. “Mi hijo es un niño bastante inquieto, pero con la última pediatra ya iba muy tranquilo y se dejaba explorar. Ahora nos toca empezar de cero”, se lamenta Arribas. Navalcarnero es solo una de las caras de un problema mucho más amplio. Allí hay 5 plazas de Pediatría, pero solo dos están ocupadas por especialistas en medicina infantil. Otra está en manos de un médico de familia y las otras dos se cubren con doblajes y suplencias, según los datos que facilita la propia Consejería de Sanidad, que reconoce que cuanto más lejos están esas plazas del centro de Madrid, más cuesta cubrirlas.

“Es normal con las condiciones laborales que les ofrecen”, replica Arribas. Los propios vecinos iniciaron otra ofensiva hace solo unos meses para que dieran más estabilidad a la pediatra que ahora se ha ido del centro porque, según asegura este padre, le habían ofrecido un contrato de tres meses. “Estas rotaciones son cada vez más frecuentes”, asegura Guillermo Martín, vocal en Madrid de la Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria (AEPap). “Hay centros en los que se cambia de pediatra cada tres meses”, añade. Una situación que a los padres de Navalcarnero les produce “desconfianza”, como reconoce Arribas, que cree que tantos cambios al final se acaban notando en la asistencia que recibe su hijo. “Lo ideal -confirman los pediatras- es que un mismo médico atienda al niño hasta los 14 años.”

La Consejería reconoce los problemas para cubrir las plazas de Pediatría, pero insiste en que no es un problema exclusivo de Madrid, que ocurre lo mismo en otras Comunidades Autónomas. “Vamos a necesitar varios años para superar este déficit de profesionales”, corrobora Martín, que también apunta a las condiciones laborales de los pediatras: “los turnos en Atención Primaria no son atractivos y la gente se va”. Es ahí donde introduce otro de los puntos de discordia. Esta vez entre los profesionales, que se quejan de los problemas para conciliar en los turnos de tarde; y los propios padres y madres, que reivindican poder llevar a sus hijos a las revisiones después de salir del trabajo. “Es una privatización encubierta de la sanidad -se queja Arribas, nuestro padre de Navalcarnero-, es que al final te empujan a la privada.”