Tango de oro

Palma

Era la final contra Argentina, nuestra selección gemela en el campeonato. Una selección que fue de menos a más en el torneo al igual que el combinado español. Se imaginaba otro parto, como el de Australia, y los analistas se conformaban con llegar parejos al inicio del último cuarto. Nada de esto sucedió. España arroyó y consigue su segundo metal dorado de la historia tras el de 2006.

Sergio Llull y Rudy Fernández están ya en la historia del deporte balear, pero vamos a tener que agrandar el tamaño del documento que comienza con ambos nombres.

Es la primera medalla de oro para el menorquín en un Mundial, y la segunda para Rudy, que en 2006, con trece años menos ganaba su primera cuando era el alero del Joventud.

El mallorquín ha sabido instalar su capitanía y su veteranía, leyendo los partidos y las actuaciones en defensa a la perfección. Se presentó en la final con 7,3 puntos de media por partido en puntos, 2,7 en rebotes y 3 en asistencias.

Por su parte Sergio Llull será un nombre mayúsculo también en las Islas Baleares. El menorquín que inició su andadura en el Manresa ha llegado a sus 31 años a su cita del Mundial con sus triples antológicos como principal skill .

Sergio ha sido el cuarto máximo anotador de España antes de tumbar a los argentinos, con 9,9 puntos de media por encuentro y siendo el segundo máximo asistente con 4 por partido de media.

La gesta del deporte nacional en el baloncesto ha estado arropada por la participación balear. Siendo Rudy Fernández el segundo jugador más utilizado por Scariolo durante el mundial, sólo por detrás de Marc Gasol, y Sergio Llull el cuarto con más segundos en el quinteto.

Para Rudy Fernández ha sido su décima medalla máxima después de las 3 que obsequia en Juegos Olímpicos, las 5 de Eurobasket y la del pasado Mundial.

Para Sergio Llull es su séptimo metal, tenía dos en Juegos Olímpicos y cuatro de Eurobasket

España puso el Mundial patas arriba, y al principio parecía todo un cuento chino...