Un tiempo nuevo

Palencia

Dice el refrán: “es de ser bien nacidos el ser agradecidos”. Por eso quiero comenzar esta primera firma agradeciendo a la Cadena Ser el que, por segundo año, confíen en mi para poder expresar mis opiniones con total libertad. También quiero dar las gracias a los oyentes por escuchar con paciencia mis elucubraciones mentales.

Los docentes medimos el tiempo de forma diferente al resto de los humanos. Para nosotros un año natural es el curso escolar y todo lo referenciamos a él. Hay veces que, por deformación profesional, utilizamos esta unidad en esferas diferentes a la educativa y, claro está, a la gente les cuesta entendernos.

En mi caso particular este sistema de referencia tiene además, esta vez, una nueva interpretación. El pasado 7 de septiembre, Marta y yo dimos el gran paso del matrimonio, lo que va a servirnos, a partir de ahora, como origen de un tiempo nuevo. Un tiempo, como saben los oyentes, que implica retos distintos y, para mí, eso lo hace emocionante.

A mi entender, creo que en los últimos años la palabra matrimonio ha perdido el sentido que, desde la antigüedad, ha tenido. Independientemente de la óptica desde la que miremos, el matrimonio representa la unión de dos personas para compartir tiempos y espacios comunes sin fecha de caducidad.

Sin embargo, esta última característica se está disipando y anualmente ya son más los divorcios que los matrimonios.

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Para mí, un divorcio es un fracaso de la convivencia, que se produce, en muchos casos, por que cuando se celebró el matrimonio no se hizo teniendo en cuenta lo que implica de verdad y tenía más que ver con un acto social de cara a la galería. No estoy en contra del divorcio, todo lo contrario, pero creo que, si nos tomásemos más en serio lo que representa el matrimonio y cómo debemos acceder a él, se producirían muchos menos divorcios y evitaríamos los problemas que conlleva.

La gente, por contra, se emociona cuando ve a una pareja de personas mayores ir de la mano por la calle o cuando se dan un beso. Identificamos este hecho como un triunfo del amor y muchos deseamos ser algún día los protagonistas de esta escena. Es la mejor manera de definir gráficamente lo que es el matrimonio, no es solo un momento de júbilo y alegría, es mucho más, es toda una vida dedicada a un proyecto común.

Las personas que me conocen, saben que me ha costado entenderlo y asimilarlo, pero ahora estoy seguro de que el paso que acabamos de dar Marta y yo es el correcto y que dentro de muchos años seremos esos mayores que conmoveremos a otras parejas que quieran vivir un tiempo nuevo.