Bugallo se defiende de las críticas de "derechización"

Santiago de Compostela

Comienza el curso en Santiago y no solo en la Universidad. El alcalde de la ciudad, Xosé Sánchez Bugallo, dio el pistoletazo de salida a un nuevo ejercicio político. En los meses que restan para que concluya 2019, dos prioridades encima de la mesa: trabajar en las nuevas ordenanzas fiscales y en los presupuestos para 2020.

El regidor socialista espera que tener los proyectos listos para el mes de octubre, con el objetivo de ponerse a negociar su aprobación con el resto de fuerzas de la oposición. No lo va a tener sencillo Bugallo, en pleno cambio de liderato en el PP santiagués, con Compostela Aberta con las uñas afiladas tras la aprobación de los prespuestos técnicos y con el BNG expectante, vigilando lo que califican que será la "prueba del algodón" que determine hacia dónde va el nuevo ciclo de Bugallo.

Los partidos progesistas de la corporación obsevan con preocupación cómo el alcalde se está "derechizando", acercándose y entendiéndose más con los populares que con ellos. Con el apoyo del PP, Bugallo sacó adelante las dedicaciones exclusivas, y gracias a la abstención de los conservadores pudo aprobar los presupuestos técnicos en el pleno del mes de agosto.

Las críticas más ácidas las vertió el portavoz de Compostela Aberta, Martiño Noriega, que lleva meses denunciando de diferentes formas la sintonía del alcalde con el Partido Popular, tanto a nivel autonómico como regional. Así las cosas, comenzó comparando a Bugallo y a Feijóo con "Malú y Rivera" tras la primera reunión de ambos en julio; y habló de un "idilio veraniego" entre el regidor y Agustín Hernández en los días que precedieron y siguieron al pleno en el que se sacaron adelante los presupuestos.

En una entrevista concedida a Radio Galicia este miércoles, Noriega fue más allá y afirmó que Bugallo está "entregado" al Partido Popular, y que todo forma parte de una operación "que va mucho más allá de los límites municipales". Según Noriega, todo se enmarca dentro de una estrategia dirigida por el presidente de la Xunta, que "regaló Ourense a Jácome y Santiago a Bugallo para apuntalar su posición" de cara a las elecciones autonómicas del año que viene. En este sentido, lamentó que Bugallo "dé cuerda" a esta estrategia "sin tener en cuenta" las consecuencias que puede tener para su propio partido.

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El alcalde, trató de moderarse a la hora de responder en rueda de prensa al portavoz de Compostela Aberta, pero dijo que Noriega "alucina". Aseguró que "es una completa irrealidad" y añadió que "no se pueden decir este tipo de barbaridades". Además, reivindicó sus cuatro décadas al servicio del PSOE y aseguró que apoyará a su formación en las elecciones autonómicas y en las generales, en caso de que se volviesen a celebrar.

Sánchez Bugallo se defendió afirmando que, como alcalde, quiere "lo mejor para Santiago", y que los intereses de la ciudad y de sus habitantes están "por encima de cualquier consdieración". Por eso, justifica "mantener buenas relaciones institucionales con la Xunta, Gobierno de España, Iglesia y Universidad", y lanzó un dardo a Noriega: "Es una reflexión que debería hacer él, porque igual le ayuda a entender lo que le pasó".

También el secretario xeral del PSdeG respondió a Noriega. Gonzalo Caballero aseguró que "todos los socialistas están a una" con el objetivo de "retirar a Feijóo al frente de la Xunta de Galicia". Caballero quiso cerrar un debate que considera "estéril" y cerró filas, afirmando que "todos los socialistas" están en "la misma línea". No tiene dudas de que el PSOE apuesta por el diálogo con todas las fuerzas de la izquierda.

La portavoz municipal del Bloque, Goretti Sanmartín, criticó en Hoy por Hoy la forma de proceder del alcalde durante sus primeros meses de mandato. Cree que los presupuestos serán la "prueba de toque", pero que, de momento, hay una serie de "síntomas" que le preocupan.

La nacionalista ha criticado varias veces la "falta de transparencia", como con los pliegos de los comedores escolares, o con la oposición a reclamar a la Xunta más fondos para la capitalidad. No entiende Sanmartín por qué quiere dejar de lado al Pleno y sospecha que hay otros intereses.

Pensando en la importancia de las negociaciones que tendrá que acometer en los próximos meses, Bugallo hizo un llamamiento a la responsabilidad al resto de fuerzas de la oposición. Aseguró que, durante un mandato, "hay tiempo para hacer oposición y para colaboración, para confrontación y para lograr acuerdos". Bugallo alertó que "cuatro años de choque serán terribles para la ciudad".

Unos años en los que, además de gestionar el día a día de la ciudad, considera importante trabajar juntos en un programa estratégico para Santiago, y en preparar el Xacobeo 2021. Bugallo va más allá, opina que hay que sacar adelante el proyecto 2020-2032, con dos Años Santos, para que haya "continuidad" con independencia de quién sea el alcalde.