Sociedad líquida, política líquida
Si como dijo Zygmunt Bauman vivimos en una sociedad liquida, los politicos no dejan de ser reflejo de esa realidad
La Columna de Carlos Arcaya | Sociedad líquida, política líquida | 03/09/2019
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Alicante
Si como dijo Zygmunt Bauman vivimos en una sociedad liquida, los políticos no dejan de ser reflejo de esa realidad.
Y aunque nos vamos acostumbrando a esa política líquida, que provoca que el curso -que hoy arranca- lo haga con una inestabilidad, en gran medida inesperada, lo cierto que la incertidumbre nacional, que nos puede llevar a elecciones el 10 de noviembre, provoca una serie de situaciones -en distintos ámbitos- inesperadas que debían empezar a resolverse.
Es obvio que todos confiábamos en que este mandato nacional debía suponer el cambio del lastrante sistema de financiación que padece la Comunitat Valenciana o que se debían empezar a mitigar los problemas de desigualdad y de falta de oportunidades que como herencia dejo la crisis económica; todavía hay que rescatar a muchas personas.
Pero, además, a largo plazo, también los cuatro años de estabilidad política tenían -o tienen- que servir para empezar a abordar retos como el cambio climático y para subirnos al tren de los cambios tecnológicos que han empezado a transformar el mundo.
A ver si empiezan a priorizar.