Las peñas expresarán su "profundo enfado" con el Alcalde de Palencia en el pregón de San Antolín

Palencia

Se presenta movido el acto del Pregón de las Fiestas de San Antolín de Palencia. Desde el Consejo Local de Peñas confirman que expresarán su malestar al alcalde de la ciudad, Mario Simón, por los últimos acontecimientos. Los peñistas, unos 700 integrados en 12 peñas, han compuesto una canción satírica muy crítica no sólo con regidor, también con la concejala de Seguridad Ciudadana Carolina Gómez. Desde el colectivo salvan de la quema a la concejala de Fiestas, Laura Lombraña. Dicen que en respeto a ella, las protestas serán más suaves de lo que se habían planteado en un primer momento.

Por los micrófonos de Radio Palencia de la Cadena SER ha pasado uno de los peñistas más veteranos de la ciudad y más reconocido, Santiago Antolín. "Las peñas de Palencia estamos muy enfadadas con el Ayuntamiento", ha expresado Antolín, que lamenta "la película" que se ha montado con los coches de los peñistas. También ha criticado la actitud del alcalde, Mario Simón de Ciudadanos. "El alcalde nos ha llegado a decir que está de paso, que sólo le quedan tres años y nueve meses y va a cumplir escrupulosamente lo que digan los funcionarios".

Todas las peñas, con doce presidentes, más la junta directiva del Consejo Local, han aprobado la protesta contra el regidor y la concejala de seguridad que se expresará de forma más contundente cuando el alcalde intervenga en el acto del pregón desde la balconada del consistorio. Además de la canción satírica, las peñas tienen prevista una pitada y dar la espalda a Mario Simón. Además, la canción se cantará todos los días de la fiesta. Con respecto al riesgo de accidente por los coches tradicionales que no tienen seguro, ni ITV ni están matriculados, Santiago Antolín recuerda que el riesgo es "muy pequeño", ya que circulan a 3 o 4 kilómetros por hora. Acusa al consistorio de estar más preocupado por la burocracia que por el riesgo de accidentes. En definitiva, las peñas de Palencia desentierran el hacha de guerra en unas fiestas que comienzan con polémica.