"El autismo es una discapacidad invisible" y la clase política no lo ve un problema

Valencia

La Plataforma 'Defensa TEA' de familiares de personas con trastorno del espectro autista está frustrada por los escasos avances del Consell del Botànic a la hora de caminar hacia la integración plena de estas personas. Alejandro Amblar, presidente de la plataforma, explica que solo encuentran buenas palabras pero que no hay voluntad decidida de trabajar por la integración de este colectivo, muy amplio, que precisa de ayuda para su integración social. Pero Amblar afirma que se enfrentan al ostracismo porque solo aquellos que lo conocen de cerca tienen sensibilidad con el problema, y no parece que la mayoría de políticos valencianos tengan contacto frecuente con ningún diagnosticado por TEA.

El trastorno del espectro autista en cualquiera de sus formas no es una enfermedad, es un trastorno neurobiológico del desarrollo que se manifiesta, entre otras muchas cosas, en deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social. Por eso precisan de ayuda para una normal integración. Y por eso demandan más coordinación entre todos las áreas afectadas del Consell, que no son pocas, y que se evite, por ejemplo, lo que ocurre ahora: si bien en educación primaria la oferta para alumnos con TEA siendo insuficiente alcanza a bastantes afectados, en secundaria el recorte es brutal. Eso deja a muchos sin ayuda y les condena a ser ciudadanos de segunda.

En abril pasado todos los partidos con representación en les Corts firmaron un decálogo que contempla, entre otras cosas, que se garantice el derecho de las personas con TEA a recibir terapias especializadas; la inclusión educativa asegurando recursos suficientes en los centros y la adecuada formación del profesorado; o la creación de unidades específicas en los hospitales de referencia.