La pequeña empresa, a favor del todo incluido
Si alguien sabe distinguir a la sociedad civil de los políticos, que levante la mano
!["La línea roja" de Matías Vallés (25/07/19)](https://cadenaser.com/resizer/v2/NCX42ZSIKBNEHPFZUXHEW2QU6M.jpg?auth=75a9145666460f3ca36c244daa2602388b0dd07096ed1e4d1bdada7ae1f99571&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
"La línea roja" de Matías Vallés (25/07/19)
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Palma
Si alguien sabe distinguir a la sociedad civil de los políticos, que levante la mano.
El fragmento de la sociedad civil que corresponde a los representantes de las pequeñas y medianas empresas odia a muerte al todo incluido, por la razón elemental de que el gasto se concentra en el establecimiento hotelero.
Evidente, salvo que el caso más flagrante del todo incluido lo constituyen los cruceros.
No solo la mayoría de cruceristas viajan en régimen de todo incluido, sino que durante la travesía son prisioneros literales de sus hoteles.
El crucero supera el todo incluido para convertirse en todos incluidos, el sueño de un hotelero.
De ahí nuestra estupefacción al contemplar el fervor náutico de un tal Jordi Mora, presidente de Pimem, al exigir que lleguen al puerto de Palma tantos cruceros como sea posible.
Es decir, este dirigente de la sociedad civil apuesta por la instalación en Balears de un número máximo de hoteles todo incluido.
Y por si no bastara con los establecimientos de este tipo en tierra firme, desea que los turistas que no gastan en los pequeños comercios lleguen también por mar.
La pequeña empresa mallorquina que representa está a favor del todo incluido.
Cuando escuchas a la sociedad civil, echas de menos a los políticos.