Las tres espeleólogas salen de la cueva de Cantabria por su propio pie
Las tres mujeres han sido asistidas por un equipo medicalizado y no necesitarán pasar por el hospital
Santander
Las tres espeleólogas atrapadas desde el sábado en la cueva cántabra Cueto-Coventosa han salido ya por su propio pie y, tras ser atendidas in situ por un equipo medicalizado, podrán volver a casa sin pasar siquiera por el hospital.
Según fuentes de la Consejería de Presidencia del Gobierno de Cantabria, las tres mujeres —nacidas en 1968, 1969 y 1980, y naturales las dos primeras de Barcelona y la última de Vinaròs (Castellón)— han sido localizadas sobre las 4.00 de la pasada madrugada en una zona intermedia de la cueva conocida como el Pozo de la Unión.
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Las espeleólogas mostraban leves síntomas de hipotermia y de agotamiento, razón por la que se ha retrasado la salida. Uno de los miembros del equipo de rescate ha avalado su decisión: "Las chicas han dudado en uno de los pasos y han hecho lo que tenían que hacer. Esperar a que llegaran los rescatadores para no arriesgar".
David González, el rescatista que se ha adelantado al resto del grupo para informar sobre el buen estado de las espeleólogas, ha detallado que entró a la 1.00 de la madrugada por la boca de Cueto, que se encuentra en la parte alta de la montaña, y que han ido siguiendo los pasos de las tres mujeres, a las que han encontrado en una zona que "da mucha guerra" y con dificultades para seguir el recorrido.
"No daban con el camino", ha explicado González, que pertenece al Club Deportivo Ozono y que colabora con la asociación de espeleosocorro de Cantabria. Según ha detallado, cuando los tres miembros del equipo las han localizado, las mujeres estaban sentadas y presentaban signos de cansancio y de "disgusto" por no encontrar el camino. "Cuando nos han visto se han animado", ha relatado este espeleólogo experto que vive en Arredondo y que conoce la cueva, a la que ha accedido en varias ocasiones.
La alerta inicial la dio este domingo un compañero de las tres mujeres al ver que no habían recogido los equipos de neopreno que les habían dejado en la entrada de Coventosa, como habían acordado, para que pudiesen atravesar los lagos que hay dentro de la cueva. A partir del aviso, a las diez de la noche se montó un dispositivo de búsqueda formado por tres personas que entraron por la boca de Cueto y otros cuatro expertos que lo hicieron por la de Coventosa.