La nueva normativa del pan servirá para que el consumidor esté mejor informado
Desde el CETECE aseguran que muchos panaderos no cambiarán sus procesos porque ya cumplían con lo que pide la nueva regulación
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Palencia
La nueva normativa del pan, que entró en vigor el 1 de julio, permitirá que los consumidores estén mejor informados sobre el producto que llevan a sus hogares. Una información que llega a través de etiquetados más precisos con lo que también se pretende impulsar el consumo de pan como un alimento saludable.
Así lo asegura Eva de la Gala, adjunta a la dirección del Centro Tecnológico de Cereales (CETECE), que también matiza que la ley no tiene por qué afectar a los procesos de elaboración de muchos panaderos que ya cumplían con las exigencias de la nueva norma. A lo que sí que tendrán que adaptarse es a la nueva forma de etiquetar, más precisa que hasta el momento.
Principalmente veremos cambios en panes como el integral que para ser etiquetado como tal tiene que llevar un 100% de harina integral, y en caso de que la cantidad sea inferior, se debe especificar en su etiqueta el porcentaje exacto de este tipo de harina utilizado en su elaboración.
En el caso del pan denominado "de masa madre", tendrá que llevar al menos un 5% de este ingrediente y menos de un 0,2% de levadura.
Otras nomenclaturas afectadas son las del pan artesano y el pan de leña. En el primer caso el etiquetado tiene que garantizar que en su elaboración prima el factor humano sobre el mecánico y cumple con la normativa de artesanía y en el caso del pan de leña, la exigencia es que esté cocido íntegramente en este tipo de horno y sólo con la leña como combustible.
Desde el CETECE aseguran que los panaderos cada vez trabajan mejor para que el pan sea más saludable, aportando al producto masa madre para que sea más digestivo o utilizando distintos cereales para un mayor contenido de nutrientes. De esta forma se quiere incidir en que el pan es saludable para nuestra dieta e incrementar su consumo que ha bajado en los últimos años considerablemente hasta los 31,8 kilos por habitante y año donde se sitúa en la actualidad.