El Festival Internacional de Danza de Itálica, faro cultural andaluz

Sevilla

Uno de los responsables de que el Festival Internacional de Danza de Itálica esté atrayendo a los espectadores, ha sido el arranque "arrebatador" que ha protagonizado Rubén Olmo. Un coreógrafo y bailarín, que destaca por su gran calidad en sus trabajos. Un creador de emociones y que se ha convertido en el "buque insignia" de esta nueva edición del festival de danza. Un creador incansable que ha querido saldar una cuenta con Salvador Távora y ha querido que esté presente esta noche, haciendo guiños al dramaturgo sevillano fallecido. Lo hace a través de La muerte de un Minotauro . 

Y es que los espectadores de las dos sesiones de su estreno aplaudieron sin medida a un Rubén Olmo que se despide, temporalmente, de Sevilla para cubrir su puesto como director del Ballet Nacional de España.

Otro de los reclamos es la bailaora malagueña, Rocío Molina, donde la improvisación será la que marque el resultado. Viene con 3 actuaciones, que tendrán como espacio el Monasterio de San Isidoro del Campo. Lo hará con diferentes artistas invitados. Otra bailaora del cartel, será Patricia Guerrero y su trabajo, ya conocido, como es Distopía. Añadan opciones como La Cocina de los Ángeles, de Teatro Velador. Entre otros. Su promotor, el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, es una plataforma creativa de vanguardia.

Un festival que finalizará el 20 de julio.