El Valencia empieza a devolver dinero a los bancos por el fallido "pelotazo" de Porxinos
El Valencia ha firmado ante notario la compra de una parte del suelo que estaba en manos de Ibercaja, previo pago 4'9 millones de euros
Valencia
Este martes 25 de junio, el Valencia CF firmó ante notario la recompra de 159.873 metros cuadrados distribuidos en 25 fincas distintas en el término de Ribarroja, paraje de Porxinos. Este suelo era propiedad de Ibercaja, a través de su patrimonial Cerro Murillo. Y era propiedad de dicha entidad bancaria porque fue una de las que financió con préstamos la operación de compra por parte de la sociedad (quebrada) NOZAR al Valencia CF de 1,6 millones de metros cuadrados por importe total de 160,7 millones de euros en abril de 2005.
Aquella famosa operación que Juan Soler calificó tan ingenua como realmente de “pelotazo" y que le sirvió al Valencia para obtener un beneficio entre la compra y venta del suelo de algo más de 80 millones de euros. Pero aquel traje a medida urbanístico que diseñaron para hacerle un favor al Valencia el gobierno de Paco Camps, el conseller Rafael Blasco (ahora encarcelado por otros motivos), el alcalde de Ribarroja Paco Tarazona y el presidente y vicepresidente del Valencia CF, Juan Soler y Vicente Soriano, ha quedado reducido a cenizas.
Aunque la realidad es que, por medio de toda esta operación, el Valencia CF ganó 80 millones de euros en plusvalías, el Ayuntamiento de Ribarroja sacó 25 millones de euros y los bancos son los que se llevaron la peor parte porque financiaron la operación por importe total de 168 millones de euros, con garantía del suelo recalificado de rústico a residencial. Era el "pelotazo", como dijo Juan Soler, que después fue corregido por Rafael Blasco, en un acto en el que Soler pronunció un discurso ensalzando lo que iba a ser un gran proyecto para el Valencia en Porxinos. Este es el discurso:
Luego, la empresa NOZAR, que le compró el suelo al Valencia CF, quebró y los bancos se quedaron con el suelo hipotecado pero ese suelo tenía un valor mucho menor. La sentencia del Tribunal Supremo de junio de 2015 anulaba definitivamente el PAI (recalificación).
Así que los bancos y el Valencia CF negociaron un acuerdo por el que el Valencia CF se obligaba a pagar un máximo de 24,5 millones de euros a todos los bancos, si el club no conseguía que se aprobara una nueva recalificación antes de junio de 2019.
El Valencia presentó un nuevo diseño de PAI (una nueva recalificación) en junio de 2016 que la Generalitat Valenciana (la secretaria autonómica de Medio Ambiente, entonces en manos de Compromís, con su Secretario Autonómico Julià Álvaro al frente) tumbó definitivamente porque además el Gobierno Valenciano amplió la zona de protección natural del Parque del Turia y aun dotó de mayor restricción urbanística en favor de la naturaleza a la zona de Porxinos.
Como consecuencia de todo lo anterior, los bancos se quedaron enganchados con un suelo que hipotecaron a valor residencial, mucho más caro que el valor con que lo reciben (rústico). Bancaja (Bankia) se quedó enganchado con 26 millones de euros; Cajaduero con 28; BBVA con 24,5; Caixabank con 29 (y 252.000 m2); e Ibercaja con 159.873 m2 (su patrimonial Cerro Murillo) y con 24,2 millones de euros.
Ante este panorama, el Valencia CF logró negociar con los bancos un acuerdo por el que se obligaba a pagar a todos un máximo de 24,5 millones de euros, según reconoce el Valencia CF en su memoria. De esos 24,5 millones de euros, el club ya ha empezado a formalizar la devolución de ellos. Y los primeros 4,9 van para Ibercaja.
Este martes 25 de junio, el Valencia CF, a través de Litoral del Este y en su nombre Anil Murthy, Kim Koh y Mateo Alemany, firmaron ante notario la obligación de pagar a Ibercaja 4.980.000 euros, en 20 pagos de 249.000 euros, a razón de un pagaré de dicha cantidad cada tres meses. Es decir, el Valencia CF empieza a devolver ya la indemnización a los bancos, consecuencia de la anulación por el Tribunal Supremo de toda la recalificación que se hizo en 2007.
A cambio, el Valencia CF se queda con los 159.873 m2 de suelo rústico que eran propiedad de Ibercaja. Y así irá haciendo con el resto de bancos hasta completar los 24,5 millones de euros y volver a ser el propietario de los 1,6 millones de m2 de los que el club será propietario, pero suelo rústico.
¿Qué va a hacer el Valencia CF con 1,6 millones de m2 de suelo rústico en Porxinos y con 24,5 millones menos?
Realmente ahora es un problema, porque el club no necesita para nada los 1,6 millones de m2 y le viene fatal tener que desembolsar, aunque sea a plazos, 24,5 millones de euros ('un Kondogbia').
El club dirá que lo tiene provisionado o dotado en sus balances, pero eso es el apunte contable. El club tiene provisionados 21,6 de los 24,5. Pero eso no significa tener el dinero guardado en un cajón. Ahora el club tiene que poner ese dinero realmente. Y si no lo tiene pedirá un crédito, o se lo deberá a Lim si lo presta Peter... Y aumentará la deuda del club: o con el banco o con el propietario. Y si tiene el dinero, lo destinará a este problerma, lo que hará que no lo pueda destinar, por ejemplo, a jugadores. O sea que al final le afectará a su actividad.
Pero claro, en su dia, también le afectó positivamente porque de la nada el club ingresó 84 millones de beneficio. Si ahora tiene que devolver 24, por el camino se puede dar un canto en los dientes porque ha sacado la friolera de 60 millones de beneficio ('un Rodrigo' y 'un Kondogbia').
Como consecuencia de la anulación del PAI (recalificación), el club tiene interpuestas demandas de responsabilidad patrimonial contra la Generalitat Valenciana, a la que le reclama 19,4 millones de euros, y contra el Ayuntamiento de Ribarroja, a la que reclama 25,1.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Ribarroja tiene un documento de Amadeo Salvo, ex presidente del Valencia CF, en el que liberaba al Ayuntamiento de Ribarroja de cualquier responsabilidad siempre que, a cambio, tramitara (no que aprobara, que es muy diferente) ante la Generalitat un nuevo PAI (recalificación).
El Valencia lo presentó en 2016, con una reducción de más de 1.000 viviendas (de 3.463 a 2.419), y el Ayuntamiento de Ribarroja lo tramitó conforme se comprometió. Pero la Generalitat Valenciana, como hemos señalado antes, definitivamente lo rechazó en septiembre de 2017.
Por tanto, 14 años después de aquel pelotazo urbanístico, del que el Valencia CF obtuvo un poco más de 80 millones de beneficio tras vender 1,6 millones de m2 que el club compró (en secreto) a través de la sociedad Litoral del Este con Juan Soler al frente, ahora volverá a recuperar el suelo, con calificación de rústico tras indemnizar a los bancos con 24,5.
Por tanto, en el tiempo habrá obtenido de una operación fantasma 60 millones de benéfico, que el club ya se gastó en la época de la compra de los Joaquín, Zigic, Manuel Fernandes,...
El Ayuntamiento de Ribarroja habrá sacado 25 millones de euros que el pueblo ha disfrutado en inversiones. Y los bancos y quizá alguno de nosotros habremos pagado los platos rotos o el PAI roto.
Los bancos prestaron 132,4 millones de euros y obtendrán 24,5. Por medio, los bancos habrán asumido pérdidas en sus balances de 107,9 millones de euros y como parte de ellos (por ejemplo, Cajaduero) acabaron en la SAREB (banco malo), alguna parte quizá habrá aportado usted.